Las familias que acrediten una antigüedad mínima de dos años en la
dirección del domicilio familiar o laboral que figure en el
certificado de empadronamiento conseguirán una mayor puntuación en
el proceso de baremación para la elección de centro escolar de cara
al próximo curso. Esta es una de las principales novedades que
contiene el borrador de Decreto por el que se establece el régimen
de admisión de alumnos en los centros docentes sostenidos con
fondos públicos que, a partir de hoy, será remitido por la
Conselleria d'Educació a patronales, y sindicatos del sector, así
como al Consell Escolar para su discusión y aprobación.
Mediante esta medida, la Conselleria espera reducir al máximo el
fraude en que incurren algunas familias, al alterar la dirección
del censo poco antes de abrirse la preinscripción para conseguir
plaza en un centro, reconoce el director general de Planificació i
Centres, Rafael Bosch. De este modo, vivir o trabajar en la misma
zona del colegio dará derecho a dos puntos (uno si es colindante),
a los que se podrán sumar un punto más por cada año de antigüedad
en esa fecha, más medio punto por fracción de tiempo, hasta un
máximo de 4'5 puntos.
Se recupera, por tanto, la equivalencia del domicilio familiar y
laboral, eliminada en la modificación del Decreto 54/2001,
realizada en diciembre de 2002, según la cual el domicilio laboral
no era merecedor de los mismo puntos que el familiar bajo el
argumento de que los horarios de trabajo y escolares no suelen ser
compatibles. Ante ello, el responsable autonómico opuso que
«precisamente por esa dificultad debe primarse la cercanía del
colegio».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.