Soterrar las vías del tren en la estación de la Plaça d'Espanya
tendría un coste aproximado de 72 millones de euros (12.000
millones de pesetas) y las obras durarían dos años. Así lo anunció
ayer la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, en la defensa
de los presupuestos de su departamento en el debate celebrado ayer
en el Parlament. Cabrer explicó que su departamento dispone de un
estudio que efectúa un valoración de la obra por debajo de la
inversión prevista inicialmente, aunque esta infraestructura
obligaría a que el tren acabase su recorrido en Son Rullán mientras
se ejecutase la remodelación en la estación de la Plaça d'Espanya.
Si fuese así, saldrían autobuses permanentemente desde Son Rullán
hasta el centro de Palma para atender a los usuarios. «Hay que
llegar a un acuerdo con el Ajuntament de Palma para iniciar la
obra», explicó Cabrer. Si se llega a un acuerdo entre el Govern y
Cort, las obras comenzarían en el año 2005.
La titular de la Conselleria d'Obres Públiques señaló en el
Parlament que el soterramiento de las vías del tren no obligaría a
cambiar los trenes, que en la actualidad funcionan con gas oil.
Además, el inicio del proyecto no supondría grandes dificultades de
tramitación ya que no deberán negociarse expropiaciones. La mayoría
de los terrenos pertenecen ya a Serveis Ferroviaris de Mallorca.
Durante el debate protagonizado por Cabrer, los representantes de
la oposición acusaron a la consellera d'Obres Públiques de inicitar
a la conducción temeraria al afirmar que podrá realizarse el
trayecto entre Palma y Manacor en 29 minutos. Además de Cabrer, la
consellera de Salut, Aina Castillo, también defendió las cuentas de
su departamento en el Parlament, que ascienden a 696'4 millones de
euros. Durante el debate, Castillo reprochó a su antecesora, Aina
Salom, que dejase «facturas sin pagar en la Conselleria». «Hay
facturas en los cajones de gastos corrientes que ascienden a 72
millones, de los cuales 29 son del año 2002», lamentó Castillo. La
titular de Salut planteó que su departamento ha heredado un déficit
de 25.000 millones de pesetas. Salom acusó al Govern de no poder
mantener el nivel de inversiones en la Conselleria de Salut del
actual ejercicio. «Balears va a estar en la cola de la sanidad
española», subrayó la ex consellera de Salut.
Castillo insistió en que su departamento intentará, con
limitaciones presupuestarias, mejorar la calidad de la sanidad
balear y reducir las listas de espera. La titular de Salut también
aprovechó el debate presupuestario para anunciar que solicitará una
comparecencia parlamentaria con el fin de explicar los detalles de
la compra del solar donde se ubicará el nuevo hospital de Son
Dureta. «Las obras van a comenzar el año que viene», insistió Aina
Castillo, quien recalcó que las obras se harán con el respaldo de
la iniciativa privada.
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