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La recuperación del «ferreret» (Alytes muletensis, sapo autóctono que se ha convertido en uno de los emblemas de la fauna balear) ha alcanzado en 2003, tras años de altibajos, su más alta cota de éxito con una población estimada de 2.250 adultos y más de 22.000 larvas. El seguimiento de la evolución de las poblaciones de «ferreret» ha sido recogido por Joan Oliver, del Servei de Conservació d'Espècies de la Conselleria de Medi Ambient. Desde que este anfibio fue identificado en 1980 como especie viviente, con aplicación inmediata de protección legal, se han realizado importantes esfuerzos en su recuperación, teniendo en cuenta que se muestra extremadamente sensible a cualquier mínima alteración de sus hábitats naturales, prefentemente torrentes y cañones cársticos cerrados con cursos de agua temporales.

Los dos principales predadores del «ferreret» son la «serp d'aigua» (Natrix maura, de origen africano) y la Rana perezi, anfibio de origen ibérico. La «serp d'aigua» ingiere «ferrerets» en estado larvario e individuos adultos. En un torrente mallorquín, la Natrix maura, serpiente diurna propia de estanques y albuferas, casi acabó con toda la población de «ferrerets». Los análisis estomacales de esta serpiente han demostrado que puede ingerir decenas de larvas y varios adultos. La cuantificación de la población adulta de «ferrerets» es estimativa a partir de los recuentos de larvas. Los censos de adultos reproductores son especialente difíciles por sus hábitos nocturnos. Una de las hipótesis que se asumen en la contabilización de las larvas es que se suponen dos puestas por pareja, es decir, 20 larvas se corresponden con una pareja, si bien, en cautividad, son posibles hasta siete puestas por pareja. No obstante, el censo de larvas no es un censo real de adultos reproductores, pero es la mejor estimación del estado de las poblaciones, aunque en ocasiones el cálculo pueda resultar demasiado optimista.

Durante los últimos 20 años se han aplicado planes de recuperación del «ferreret», pero el período de trabajo más intenso fue el del Proyecto-Life Ferreret (1992-96). También cabe destacar las crías en cautividad en Jaca, Stuttgart y Jersey entre 1982 y 1985. No han faltado reintroducciones tanto en los hábitats naturales de los torrentes como en aljibes y depósitos de agua artificiales. La extensión de la presencia del «ferreret», limitada a la Serra de Tramuntana, ha aumentado de 113 a 350 kilómetros cuadrados. Ésta es la superficie abarcada por todas las localizaciones del sapo endémico, aunque su ocupación estricta, el terreno que realmente ocupan, ha pasado de 5'8 a 6'7 kilómetros cuadrados. Aunque el incremento no parece importante, sí hay que destacarlo porque se trata de una especie con una escasa capacidad de dispersión. La máxima distancia observada es de 50 metros. Siempre vive cerca del agua, aunque se han encontrado individuos en localidades que acababan de sufrir una fuerte sequía. De día, los adultos permanecen agrupados en grietas. Las puestas se realizan de marzo a junio y las larvas son omnívoras, con metamorfosis que duran desde pocos meses a más de un año. Evitan los ambientes con vegetación, pues saben que allí pueden encontrase con sus predadores.