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El 21 por ciento de los transeúntes de Balears cruza las vías indebidamente, según la «Encuesta de Movilidad y Seguridad Viaria» elaborada por el Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) sobre la actitud de los peatones con motivo de la elevada siniestralidad registrada. Según señala, los ancianos y los menores de doce años son las personas que presentan una mayor probabilidad de tener un accidente de tráfico en las islas, donde 22.000 conductores no respetan, precisa, las velocidades en la ciudad. En general, los transeúntes del archipiélago aseguran que utilizan mayoritariamente los pasos de cebra, pero el 21 por ciento de las personas entrevistadas admite que cruzan sin tener en cuenta esta señal, con el consecuente riesgo para su seguridad, indica.

El RACC asegura que el uso de los pasos de cebra reduce un 50 por ciento el riesgo de atropello y llama la atención sobre el peligro que conllevan las salidas de los garajes para los peatones. El 49,6 por ciento de los viandantes opina que en las grandes avenidas no hay suficiente tiempo para cruzar y el 22,7 por ciento cree erróneamente que los vehículos tienen preferencia en los pasos de cebra sin semáforo, prosigue. Para más de 530.000 habitantes de Balears, las velocidades permitidas en la ciudad se incumplen, mientras que 1.500 ciudadanos dicen que no respetan los semáforos, lo que supone, apunta, un elevado riesgo para su seguridad y la de los conductores.

La encuesta refleja que seis de cada diez entrevistados consideran que la velocidad ajustada en los semáforos de las grandes avenidas obliga a que los automóviles circulen a mayor velocidad. Este informe ha tenido en cuenta la opinión de los ciudadanos respecto al diseño y la accesibilidad de las ciudades, de cuyas obras se queja el 81,4 por ciento de los entrevistados, al tiempo que el 63,7 por ciento achaca las molestias que padece en sus trayectos urbanos al mal estacionamiento de las motocicletas. Para mejorar esta situación, el RACC propone el diseño de políticas educativas que tengan en cuenta que los ancianos y los niños son los grupos de riesgo en la movilidad urbana. Defiende el incremento del control y de la revisión del cuadro de sanciones para conductores y transeúntes, la clarificación de las prioridades en los pasos de cebra y la creación de una normativa que regule la instalación de mobiliario urbano en estas zonas.