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El rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Avel.lí Blasco, pudo leer su pregón, con serenidad, pese a los continuos gritos que intentaban evitar su intervención o que ésta pudiese ser escuchada por la mayoría de personas asistentes al acto. Blasco centró su pregón de la Festa de l'Estendard en la necesidad de preservar la cultura de Balears. En primer lugar, ironizó sobre la conquista de Palma por parte del rey Jaume I y sus tropas el 31 de diciembre de 1229. «Si esto sucediese ahora, sería seguramente condenado por la ONU y por la opinión pública internacional», dijo, para añadir que ahora, «más que nunca», se ha de separar claramente el hecho de la conquista y la fiesta de la conquista.

Tras afirmar que «la lengua y cultura catalanas» fueron traídas por «aquellos hombres de la Corona de Aragón», señaló que «la colonización de Mallorca fue una colonización que nos trajo una religión, una lengua, unas costumbres y un sistema social y político, en una palabra, una cultura». Blasco abogó por unas islas «democráticas, tolerantes, sabias, creativas, sin racismos ni desigualdades», añadió. Para el rector de la UIB, «la labor de normalización lingüística de la lengua catalana es una de las luchas que no se puede parar», dijo. Además, hizo una breve semblanza de la gran labor del filólogo Francesc de Borja Moll. Más adelante, hizo referencia a ilustres visitantes de Ciutat como el archiduque Luis Salvador o el escritor Joan Santamaria. A continuación habló de la ciudad en la que le gustaría vivir, «una ciudad confortable, acogedora, limpia, viva y que tenga lugares para la vida y el ocio de todos aquellos grupos complejos que la habitan», dijo.

Recordó también la visión nostálgica de Ciutat de autores como Santiago Rusiñol, Gabriel Maura, Màrius Verdaguer, Miquel dels Sants Oliver o Llorenç Villalonga, y abogó porque los proyectos de futuro previstos sean consensuados y que la UIB también se implique en lo que ha de ser la Palma del mañana, para crear una ciudad «hermosa y feliz».