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La Asociación para la Rehabilitación de Centros Antiguos (ARCA) organizó ayer un recorrido por el Monasterio de la Real para dar a conocer el sistema de aprovechamiento hidráulico, que contó con las explicaciones de Antoni Gorries, historiador y escritor.

Durante el mismo, se denunció que la Sèquia d'en Baster sólo esté parcialmente catalogada, en concreto desde el tramo de va del torrente de s'Esgleieta a Son Ripoll. No así el tramo que la une a Palma: «Algo que ha permitido la construcción de la urbanización de Son Serra de Parera. Cualquiera puede ir con una excavadora y destruir parte del patrimonio», se lamentó Gorries.

Con este recorrido ARCA quiere difundir la herencia musulmana que posibilitó el abastecimiento de agua a Palma y el regadío de las tierras a los monjes cistercienses durante siete siglos. «Una obra monumental que dotó a Palma de un alcantarillado subterráneo en 1538, 400 años antes que París o Londres, cargado de valiosos elementos arquitectónicos, como bóvedas y arcos, que debería ser rehabilitado y preservado». Asimismo, denunciaron la contaminación de la Font d'en Baster por vertidos de aguas fecales en Esporles: «La depuradora no da a basto para una población que se ha triplicado», afirmaron.