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La desapacible climatología reinante la mañana de ayer propició que las instalaciones de la Fira del Ram suspendieran la actividad de todas sus atracciones. La intermitente lluvia y arruixades de calabruix tuvieron en vilo a los titulares de las atracciones y, a su vez, indecisos entre si abrir o cerrar. Definitivamente se optó por esto último, con el desánimo que supone para ellos y, sobre todo, por no poder satisfacer las ilusiones del público incondicional de Palma.

Sin embargo, a las cuatro de la tarde, hora en que amainó, y a pesar del intenso frío, la Fira del Ram abrió sus puertas y obtuvo una buena respuesta del público. El presidente de la Asociación de Feriantes de Baleares, Rafael Fernández, señaló: «Estamos satisfechos porque a pesar del frío el público ha venido. El polígono está en buenas condiciones y las calles están en condiciones, apenas hay charcos. No hemos tenido problemas eléctricos ya que tenemos una buena seguridad a nivel de instalaciones y estamos preparados».

Los jóvenes y los niños fueron los protagonistas. Los primeros formaron colas para divertirse en la montaña de agua, y los peques quisieron subirse por todo. La feria -indicó Fernández- permanecerá abierta de manera oficial hasta el 12 de abril.

Amalia Estabén