La consellera Rosa Puig, en una visita a un centro de la tercera edad.

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El Govern creará un «bono residencia» para ayudar económicamente a aquellos mayores que no pueden acceder a una residencia pública a pesar de cumplir todos los requisitos para poder hacerlo. El «bono residencia» será una realidad en enero de 2005 y el Ejecutivo balear tiene previsto incluir una partida económica en los presupuestos del próximo ejercicio. El proyecto de la Conselleria de Presidència se desarrollará paralelamente al macroplan para construir 15 residencias de tercera edad en Balears. A pesar de que la oferta en residencias públicas aumente con 1.500 plazas, el envejecimiento progresivo de la población obliga a tomar otras medidas complementarias.

El «bono residencia» permitirá financiar una parte del coste que suponga el ingreso de una persona mayor en una residencia privada de la tercera edad. En principio, el Govern sólo dará este bono a las personas que cumplan los parámetros necesarios para entrar en cualquier residencia pública pero que, por falta de plazas, no tenga derecho a ella. Con el «bono residencia», la persona beneficiaria pagará a la residencia privada la misma cantidad económica que abonaría si ingresase en un centro público, es decir, el 75 por ciento de su pensión. La diferencia la aportaría el Govern.

En el caso de las personas mayores asistidas, el Ejecutivo tendría que aportar un «bono residencia» que podría superar los 1.200 euros al mes. El coste que tiene atender a una persona asistida puede llegar a alcanzar los 1.800 euros mensuales, de los cuales sólo una pequeña parte la aportaría el propio beneficiario. La Conselleria de Presidència debería estudiar caso por caso y priorizar en función de las disponibilidades económicas. El Govern que preside Jaume Matas podría destinar el próximo año una partida de 1 millón de euros para este proyecto, aunque los cálculos definitivos no están cerrados.