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El Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (Invifas) ha introducido una cláusula en la Ley 26/1999 que rige el proceso de adquisición de viviendas, situadas en toda España, por adjudicación directa o concurso para proteger esos pisos de las maniobra especulativas, especialmente por parte de empresas inmobiliarias. Esa modificación de la Ley, aprobada por las Cortes Generales, ha ampliado a diez años el derecho de tanteo y retracto en la primera transmisión de la titularidad de las viviendas a terceros. En el segundo semestre de 2003, Defensa vendió más de 200 viviendas en Balears (el 95% de ellas en Palma) por valor de 12,5 millones de euros.

Este año, el concurso de enajenación de viviendas militares desocupadas en las Islas prevé traspasar la titularidad de 21 pisos situados en las calles Capitán Salom, Dámaso Calvet, Mateo Obrador y Sobreposats por valor de 1,4 millones de euros. «El Invifas tasa las viviendas ponderando el cálculo realizado por dos empresas oficiales, con un valor real del inmueble, si entrar en otras consideraciones, como la elevada demanda, situación futura, o precio especulativo del metro cuadrado», según explicó a Ultima Horael gestor del área de viviendas en las Islas, el teniente coronel Manuel Rivas.

«Además, sobre ese precio de tasación el demandante cuenta con una bonificación del 50 por ciento», subrayó. La posibilidad de adquirir una vivienda militar a precios muy por debajo de los del mercado, es una tentación a la que no escapan las empresas inmobiliarias, que en algunos casos actúan como los compradores reales de las viviendas que se ofertan por concurso. Por eso, Defensa ha tenido que introducir una cláusula a la Ley para atajar esas maniobras especulativas, «contrarias al espíritu que guía el proceso de venta de las viviendas militares», según el teniente coronel Rivas.