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J.J.SERRA/EFE
El hundimiento del «Prestige» ha sido el primer caso en este tipo de catástrofes en que se ha recuperado más fuel en alta mar que en la costa, aseguró ayer en Palma el director general del Centro de Documentación, Investigación y Experimentación sobre Contaminación de las Aguas (CEDRE, Francia), Michel Girin. Según este experto, que participó en una conferencia sobre la oceanografía operacional y sus beneficios, la rotura del casco del «Prestige» en alta mar aumentó la disponibilidad de tiempo para organizar la intervención, lo que dio la opción de recoger mayores cantidades de fuel en el mar.

Girin recalcó que el desarrollo de la oceanografía operacional aumentará la capacidad científica de predecir los desplazamientos de vertidos en el mar y permitirá dilucidar las zonas o las islas que estarían en peligro en caso de catástrofe. Ante este tipo de situaciones no existe una «solución ideal», sino «ventajas y desventajas», opinó Girin, quien estimó que en estos casos «lo más importante» es disponer de tiempo para actuar.

Explicó que las herramientas disponibles no permiten predecir qué efectos tendría el hundimiento de un petrolero como el «Prestige» en el Mediterráneo, aunque vaticinó que cualquier vertido acarrearía importantes perjuicios en la economía turística, si bien recordó que el conjunto de los vertidos anuales en todo el Mare Nostrum podrían compararse al del «Prestige». El 95 por ciento de la recuperación de los espacios afectados por vertidos químicos, biológicos y petrolíferos en el mar se produce en los tres primeros años, pero tienen que transcurrir entre diez y quince años más para recuperar una normalidad completa de los ecosistemas, subrayó.