Impresionante imagen tomada en las avenidas que muestra la respuesta de los mallorquines contra los atentados. Foto: M. A. CAÑELLAS

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NEKANE DOMBLÀS/CONCHA AGUSTÍN
130.000 corazones indignados y desgarrados por la tragedia vivida en Madrid. Es la cifra oficial de las personas que ayer salieron a las calles de Palma para mostrar su repulsa contra los atentados y para tratar de dar aliento y solidaridad a las víctimas del brutal ataque, así como a todos su familiares. La manifestación vivida ayer en Palma, algunas de cuyas imágenes transmitió en directo M7, se ha convertido ya en un hito y un referente histórico.

La ministra de Administración Públicas, Julia García Valdecasas, vino expresamente para asistir a la manifestación. Además de por la ministra, la pancarta fue portada por el president del Govern, Jaume Matas, por la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, por el president del Parlament, Pere Rotger, por el delegado del Gobierno, Miquel Ramis, por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y por lo consellers Rosa Estaràs, José María Rodríguez y Josep Juan Cardona. A ellos se sumaron además el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, los secretarios generales de CCOO y UGT, José Benedicto y Lorenzo Bravo, el presidente de la CAEB, Josep Oliver, un representante de PIMEM, la candidata del PP, Maria Salom, el candidato del PSOE, Francesc Antich, y los candidatos de la coalición Progressistes Miquel Angel Llauger, Manuel Cámara y Nanda Ramon.

Media hora antes de la hora oficial de inicio de la concentración, el incesante río de ciudadanos en dirección a la Plaza de España ya hacía aventurar que la convocatoria superaría las previsiones de los organizadores. La manifestación comenzó puntualmente a las siete de la tarde. La pancarta con el lema oficial, «Con las víctimas, con la Constitución, contra el terrorismo», escrita en catalán, era portada por las principales autoridades. Unos cientos de metros más atrás, varios ciudadanos, entre ellos el conocido Tolo Güell, portaban una pancarta similar, esta vez en castellano.

A pesar de que los ciudadanos habían sido convocados a manifestarse en silencio y sin pancartas, fueron numerosas las personas que portaron pancartas de todo tipo, la mayor parte contra ETA y los asesinatos y a favor de las víctimas, pero algunas pancartas también denunciaban la entrada de España en la guerra de Irak o la manipulación informativa. También Fepae portaba una gran pancarta y mucha gente joven llevaba pegatinas o cartulinas de denuncia.

Si bien en su mayor parte fue una manifestación silenciosa, con un silencio sólo roto por emocionados aplausos, también se corearon consignas como «No a la guerra», «Madrid, amigo, Mallorca está contigo», «No al terrorismo, todos somos víctimas» o «Mira nuestras manos, nosotros no matamos. En algunos momentos se oyeron vivas a España. Al principio de la manifestacion, un grupo comenzó a gritar «No a la guerra», pero de inmediato otro grupo respondió con gritos contra ETA.

Desde que las autoridades dieron comienzo oficial a la manifestación, durante todo el trayecto por las avenidas Alexandre Rosselló y Gabriel Alomar i Villalonga, estuvieron arropadas por ciudadanos que se encontraban a ambos lados de las avenidas y que, poco a poco, fueron sumándose a los manifestantes. A pesar de que inicialmente la manifestación debía discurrir por uno de los lados de las avenidas, la desbordante presencia de público hizo que los ciudadanos ocuparan el otro sentido de la circulación.

Esta masiva afluencia de público obligó a las autoridades a ampliar el recorrido más de los inicialmente previsto. La manifestación debía concluir en la autopista de Llevant, a mitad del Parc de la Mar, pero la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, tuvo que dar órdenes a la Policía Local para que cortara el tráfico en la Avenida Argentina.