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«La reivindicación de la república continúa vigente 73 años después». Ese fue el mensaje que lanzó ayer el coordinador general de EU en Balears, Miquel Rosselló al recordar el aniversario de la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Acompañado de otros siete representantes de EU -entre otros, Manuel Cámara, Jaume Carbonero, Eberhard Grosske y Josep Benedicto-, Rosselló reivindicó ese sistema de gobierno y dijo que su objetivo para España era «la Tercera República».

Fue una ceremonia breve y sencilla pero cargada de simbolismo, ya que se celebró ante una tapia del cementerio de Palma en la que fueron fusilados al inicio de la guerra civil (1936-1939) varios militantes y dirigentes republicanos, entre ellos el alcalde palmesano Emili Darder. A Darder, como recordó Roselló, «tuvieron que sentarle en una silla para fusilarle porque no se tenía en pie de las torturas a las que fue sometido». Sucedió en 1937. Una lápida, aséptica y sin referencias históricas, con la inscripción «A las víctimas por la libertad» fue colocada en el muro del cementerio por el primer Consistorio democrático, surgido de las elecciones de 1979.

Eberhard Grosske, concejal de EU en Cort, anunció que en la próxima sesión plenaria propondrá que se instale una nueva lápida que incorpore alguna referencia a los fusilamientos y que se añadan elementos ornamentales que den a ese espacio «el necesario valor y solemnidad». EU también propondrá que anualmente se celebre un acto institucional en memoria del último alcalde republicano. Rosselló leyó un manifiesto en el que defendió la vigencia de las ideas republicanas y de este modelo político como el «mejor sistema de configuración de un Estado democrático».