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M.J./R.C./J.J.
Un incidente ocurrido entre el comandante de un avión de la compañía Air Nostrum y el capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Palma, que quería volar a Eivissa con su arma reglamentaria a bordo e iba de paisano, provocó ayer la inmovilización durante una hora y diez minutos del vuelo 8516 de la filial de Iberia, que debía despegar del aeropuerto de Son Sant Joan a las 10.40 de la mañana con destino a Eivissa.

Según informó la compañía aérea, el capitán de la Policía Judicial subió al avión y se presentó al comandante para anunciarle que era guardia civil y que iba a viajar con un arma de fuego a bordo. El piloto le preguntó al capitán de la Guardia Civil si viajaba de servicio y éste le contestó que no. Entonces el comandante le dijo al agente que dejara su arma en tierra o que no le permitiría volar. Éste se negó y bajó del avión. Cuando el aparato estaba en rodadura, a punto de despegar, la Torre de Control instó al piloto a que regresara al párquing a buscar a un pasajero. Entonces, el capitán de la Policía Judicial volvió a subir al avión. Llevaba el arma encima pero dejó en tierra su cargador y las balas. Entonces el avión pudo despegar.

La otra versión, facilitada por fuentes policiales, sostiene que el capitán de la Policía Judicial se indentificó como tal ante una azafata y ella informó al piloto, que era holandés y tenía dificultades para expresarse correctamente en español. Las mismas fuentes afirman que el piloto, a través de la azafata, que ejerció de traductora, preguntó al guardia civil si iba de servicio y éste le dijo que sí, que viajaba en comisión de servicio a Eivissa y que contaba con una autorización SA9 de Navegación Aérea para llevar armas. El comandante afirmó que en su avión no iba a viajar nadie con una arma y le pidió que la bajara a tierra. El capitán de la Guardia Civil obedeció la orden y bajó del avión, llamó a la Comandancia de Palma para informar del incidente y la autoridad competente contactó con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, AENA, para impedir que el avión despegara y regresara al párking a recoger a un pasajero, que era el mando benemérito que iba a Eivissa. Por su parte, el aeropuerto de Palma indicó que cuando el avión estaba a punto de despegar comunicó que regresaba al párking por el requerimiento de un tratamiento especial. AENA Palma no supo precisar más. El resultado es que los 50 pasajeros que viajaban en el turbohélice JW8516 sufrieron una demora de más de una hora por este incidente.