TW
0

gran gala de los Siurells de Plata reunió en Palma a miembros de toda la sociedad balear que quisieron acompañar a Pere A. Serra, presidente del Grup Serra, en esta gran fiesta de reconocimiento a los ciudadanos del año. El president del Govern, Jaume Matas, acompañado por su esposa, Maite Areal, encabezó la lista de autoridades que acudieron a la gala para celebrar la gran fiesta de Ultima Hora . En el patio de Son Amar, Pere A. Serra y todo el equipo directivo del Grup Serra recibieron uno a uno a todos los invitados. Saludaron a los asistentes Margalida Magraner, esposa de Pere A. Serra y administradora del «Majorca Daily Bulletin»; Sebastià Ginart, vicepresidente del Grup Serra; y el director general de Publicaciones y director del «Diari de Balears», Miquel Serra, junto con su esposa, Àngela Moreda. Paula Serra, directora de audiovisuales del Grup Serra, y Antoni Rebassa, consejero delegado de audiovisuales, también se sumaron a la bienvenida. Además, recibieron a los asistentes el director de Ultima Hora , Pere Comas; la directora de Publicidad y Ventas, Carme Serra; el administrador del Grup, Luis Anaya; y el director financiero, Pere Rullán; a quienes se sumaron Jesús Boyero, director general de GBM, y los directores de prensa y de audiovisuales de esta empresa, Miquel Joy y Olivier Hernández.

Si Jaume Matas encabezó la delegación del Govern, dos mujeres, Maria Antònia Munar y Catalina Cirer, hicieron lo propio con el Consell y el Ajuntament de Palma. Las dos políticas fueron las más buscadas por los invitados, pero quien se llevó la palma a la hora de saludar a unos y otros fue el conseller de Medi Ambient, Jaume Font. Lo cortés no quita lo valiente y Font tuvo tiempo para conversar con políticos tan diversos como los nacionalistas Pere Sampol y Pere Muñoz o los socialistas Francesc Antich, Francina Armengol y Ramon Socias, recientemente nombrado delegado del Gobierno. Como es obvio, Font también conversó con sus compañeros en el Govern, entre ellos Mabel Cabrer, que causó sensación con sus particulares sandalias. Las 'rosas' del Govern, Rosa Estaràs y Rosa Puig, aprovecharon para hacerse una foto con sus compañeras Aina Castillo y Mabel Cabrer, además de con Cirer y Maite Areal. No tuvieron ese privilegio los hombres del Govern, José María Rodríguez, Cristòfol Huguet, Joan Flaquer y Francesc Fiol, quienes también reclamaron su foto con el president del Parlament, Pere Rotger. Ayer hubo fotográfica discriminación positiva.

Casi al mismo tiempo llegaron el jefe superior de la Policía, Ricardo Pérez Extremera, y el fiscal jefe Bartomeu Barceló, quien con Antoni Terrasa componen el dúo jurídico de las Islas. Coincidieron con el comandante general de Balears, Luis Peláez-Campomanes, quien tuvo tiempo para sacarse una foto con el director general de Relacions Institucionals del Govern, Antoni Contestí. El avión casi juega una mala pasada a la presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló, pero pudo llegar a tiempo para la fiesta, al igual que su homólogo de Eivissa, Pere Palau. Del Consell de Mallorca, además de Munar, se vio a los vicepresidentes Miquel Nadal y Dolça Mulet, y a los consellers Francesc Buils, Miquel Àngel Borràs y Antoni Pascual. Durante el aperitivo previo a la magnífica cena, también confraternizaron políticos de signo opuesto pero común destino en el Ajuntament de Palma. Los miembros de EU-EV Eberhard Grosske y Marisol Fernández se juntaron con los nacionalistas Pere Muñoz y Maria Costa. No coincidieron con Cirer, con los también concejales María José Frau y Rogelio Araujo, ni siquiera con el ilustre antecesor en la Alcaldía de Palma, Joan Fageda, quien reconoció que ya comienza a habituarse al lío de andar con la maleta a cuestas entre Palma y Madrid. Ayer pudo relajarse y cenar con tranquilidad y buena compañía.

Todavía impresionado por la estampa del «Queen Mary II» atracado en el puerto, el presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Joan Verger, coincidió en la entrada con Mabel Cabrer, que ahora ocupa el puesto de consellera que él desempeñaba en el primer mandato de Matas. La candidata del PSOE a las elecciones europeas, Teresa Riera, mantuvo durante la cena una animada conversación con el director general de Promoció Turística, Eduardo Gamero, tal vez recordando el tiempo en que ambos ejercían su actividad política en Madrid.

En la misma mesa se sentaban la popular Carmen Feliu y la socialista Aina Radó. Un poco más lejos se situaron la directora del INEM, Rosa Arregui, el director del INSS, Alfonso Ruiz Abellán y el de la Tesorería de la Seguridad Social, Antonio Comas. La directora de la televisión autonómica, Maria Umbert, disfrutó del espectáculo de Son Amar en primera fila. Dentro de un año, la televisión que dirige ya estará funcionando. Seguro que la próxima entrega de los Siurells saldrá en el informativo autonómico.