TW
0

El desarrollo turístico de Balears en los años 60, 70, 80, 90 y 2000, está unido y ligado al propio desarrollo del transporte aéreo, de ahí que desde los 80 el sector aeronáutico español tuviera en Palma su cuartel general por el «boom» turístico balear y la apuesta de los touroperadores por el destino balear. Sin embargo, el mundo de la aviación ha estado sujeto a toda una serie de variables que le convirtieron entre 1984 y 1992 en uno de los más volátiles por la proliferación de quiebras, suspensiones de pagos y desaparición de compañías aéreas privadas y estatales, la mayoría de ellas con base en Palma.

En estos momentos, el sector aéreo da empleo directo a 45.000 personas, doblando esta cifra en los indirectos. Y la flota de aviones que operan en el mercado supera la cifra de 500.

El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, afirma que el sector aéreo «ha facilitado el desarrollo de la economía de las autonomías turísticas, principalmente de Balears, al mismo tiempo que son el motor fundamental para el desarrollo turístico de todas ellas, máxime cuando el transporte es la única vía de entrada de visitantes. Palma, en este sentido, se puede decir que es una de las capitales europeas mejor conectadas desde el punto de vista aéreo, más aún con el impacto y boom de las compañías de bajo coste, que han supuesto una revolución comercial en todos los sentidos».

El desarrollo del sector aeronáutico en las Islas va unido a nombres históricos como Spantax, Aviaco, Hispania, NortJet, Centennial, BCM, Viva Air y un largo etcétera de pequeñas compañías han ido cayendo en el camino. Sin duda alguna, la desaparición de Spantax a mediados de los 80 fue el germen de la actual aviación civil española, teniendo en Air Europa, Spanair, Futura y LTE sus máximos exponentes, por ser las únicas que todavía continúan operativas, aunque han pasado todo tipo de vicisitudes y cambios accionariales para poder subsistir en un mercado muy competitivo y marcado por factores exógenos que no pueden controlar, caso del precio del petróleo, la inestabilidad internacional, fusiones o recesiones turísticas.