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«La economía balear sigue estancada y no ofrece señales de reactivación», afirmó ayer Antoni Riera, director del Centre de Recerca Económica, organismo dependiente de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y Caixa de Balears «Sa Nostra», que ha reducido sus previsiones de crecimiento económico del 2 al 1,7 por ciento para 2004 (la misma que la del Govern balear) como consecuencia de la desaceleración de los ritmos de crecimiento del Producto Interior Bruto en el segundo trimestre del año (1,1 por ciento) en relación al primer trimestre (1,3 por ciento). Riera, no obstante, precisó que esta reducción puede deberse a una «fluctuación normal de la economía» y descartó que las Islas entren en un proceso de recesión. La eurozona crecerá en el primer trimestre un 1,3 por ciento y la media de España un 2,8 por ciento. El informe de coyuntura indica que «la tentativa de reactivación de la economía balear se ha desdibujado en el segundo trimestre por la apatía de los servicios», sector que registró un crecimiento del 1 por ciento en ese periodo de tiempo, frente al 1,3 por ciento experimentado en el primer trimestre del año. Las pernoctaciones hoteleras se redujeron en el primer cuatrimestre (hasta abril) en un 7,5 por ciento respecto al año anterior pese al leve incremento del número de llegadas de turistas (0,8 por ciento interanual), mientras que los niveles de ocupación hotelera media han mantenido en el mismo periodo de tiempo una tendencia similar a la del año anterior hasta abril (52,4 por ciento, frente al 52,6 por ciento de 2003).

Riera indicó que la demanda turística se ha visto afectada por la todavía débil situación económica de los mercados emisores, a la fortaleza del euro y al incremento del precio del petróleo, el cual elevó la inflación interanual balear hasta el 3,1 por ciento en mayo, lo que implica pérdidas de competitividad del producto turísticos en precios. Riera indicó además que existen «síntomas de agotamiento del turismo masivo de sol y playa, mayoritario en Balears», tal y como a su juicio demuestra que aumente el número de turistas y desciendan las pernoctaciones. En cuanto al resto de sectores, el director del CRE destacó que la construcción es el único sector dinámico en las Islas, con tasas de crecimiento que van acercándose de forma progresiva al 2 por ciento (1,8 por ciento en el segundo trimestre del año). De hecho, Riera destacó al respecto que el número de proyectos de obra y viviendas visados en Colegio de Arquitectos se han incrementado en un 0,5 por ciento y un 25,9 por ciento en el periodo enero-mayo en relación a 2003. El incremento de proyectos visados no se producía desde antes de la entrada en vigor de las normas cautelares (moratorias urbanísticas).

Finalmente, la industria balear «mantiene la senda de suave desaceleración iniciada hace un año», con un crecimiento del 1,0 por ciento en el segundo trimestre frente al 1,2 por ciento del primero. El consumo privado de las familias experimentó un repunte de dos décimas durante el primer trimestre del año (1,3 por ciento interanual) derivado, según el informe, de la mayor ocupación laboral, la revalorización de los activos inmobiliario y el endeudamiento de las familias, del que Riera advirtió que no podrá seguir permanentemente manteniendo niveles de crecimiento superiores a los del PIB.