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Por segunda vez en dos semanas los duques de Palma y sus hijos fueron sorprendidos a la hora del baño. La primera vez, cuando a bordo de la Somny decidieron fondear en una cala. La segunda, anteayer, domingo, de regreso de Cabrera. Iban, como ya les conté, con Kyril de Bulgaria, su esposa Rosario Nadal y la hija mayor de ambos, Mafalda, que ya han comenzado sus vacaciones en su casa de Porreres, aunque él, Kyril, pensamos que aún no del todo porque va y viene de sus oficinas a Mallorca cuando sus ocupaciones se lo permiten, generalmente los fines de semana. Cuentan que las de la playa fueron imágenes entrañables que veremos seguramente en las publicaciones decorazón del próximo jueves.

Por lo demás, les cuento que ayer, lunes, como pensamos que los de Bulgaria pudieran irse a bañar de nuevo, montamos guardia. Pero no. Salió Rosario con su pequeño Suzuky sobre las diez y media de la mañana, tomó la dirección de Campos, recogió a una amiga, puso dirección hacia la Colònia de Sant Jordi, y apenas rodados tres o cuatro kilómetros entró en una finca. Y... pues ¡hasta luego Lucas!

Por cierto, alguien que es de Porreres me comenta que en el verano pasado los duques de Palma mostraron su interés por una casa sita en la carretera de Porreres a Campos, en una zona denominada Cas Monjos, pero como la seguridad no aconsejó habitarla, y no porque la casa no fuera bella sino por la proximidad que esta tenía con la carretera, la descartaron. Pero por lo visto, sí; les gusta esa zona. Apartada del mar, pero al mismo tiempo tan cerca... Por cierto, creo que ayer los hijos de los duques de Palma estuvieron pasando unas horas en casa de Rosario. ¿Me equivoco?

Pedro Prieto