Los reyes de España llegaron ayer a Palma, junto con los duques
de Lugo y sus hijos Froilán y Victoria Federica, para pasar las
vacaciones de verano. El aterrizaje tuvo lugar a la siete y media
de la tarde en la base aérea del aeropuerto de Sont Sant Joan en un
«Falcon 900» de las Fuerzas Aéreas. Para que esté la familia al
completo tendremos que esperar a que los príncipes de Asturias
finalicen su visita oficial a México y a que los duques de Palma
regresen a la Isla, ya que después de haber pasado un fin de semana
aquí volvieron a Barcelona, sin los niños, por cuestiones de
trabajo. Todo estaba preparado para la llegada de los Reyes. De una
larga fila de coches oscuros salió un gran grupo de guardaespaldas
que no quitaban ojo a los periodistas. La comitiva formada por las
principales autoridades civiles y militares de Balears esperaban en
la pista colocados como indica el protocolo para recibir y dar la
bienvenida a los monarcas. Los representantes civiles eran el
president del Govern, Jaume Matas; el presidente del Parlament de
les Illes Balears, Pere Rotger; la alcaldesa de Palma, Catalina
Cirer, y el delegado del Gobierno, Ramon Socias. Entre los
militares, el jefe del Sector Aéreo, Fernando Martínez Martínez; el
comandante general de Balears, Luís Peláez-Campomanes; el delegado
de Defensa, Cristóbal Sbert y el jefe del Sector Naval, Francisco
Javier Jáuregui.
Al abrirse las puertas del avión los Reyes se hicieron esperar,
tal vez le decían a Froilán que fuera bueno, porque la verdad es
que se portó muy bien y no se separó de la mano de su madre.
Primero bajó don Juan Carlos, de manera muy tranquila; le siguió
doña Sofía muy sonriente y después lo hicieron los duques de Lugo
con sus hijos. El Rey vestía con un pantalón beige, chaqueta de
lino azul y una clásica camisa que hacía resaltar la corbata a
rayas combinando los colores azul claro y azul fuerte. La Reina,
tan elegante como siempre, llevaba un traje chaqueta color salmón.
La infanta Elena llevaba un pantalón claro con chaqueta azul y su
marido don Jaime de Marichalar vestía con un pantalón vaquero, una
camisa azul y rosa y una llamativa corbata a juego con el rosa de
la camisa.
Los niños, que llevaban ropa deportiva, adecuada para el viaje,
estaban muy tranquilos y poco juguetones. Froilán no se separaba de
la mano de su madre e incluso cuando ésta le soltaba para saludar a
las autoridades él le tiraba de la chaqueta. Su hermana, aunque se
le notaba un poco cansada, estaba agarrada de la mano de su madre y
de su abuela y se columpiaba llamando la atención de los
periodistas por esa imagen tan familiar.
Los Reyes se mostraron en todo momento muy formales y poco
habladores con la prensa, a pesar de que otros años el Rey hacía
algún comentario divertido a los presentes. Simplemente saludaron y
don Juan Carlos comentó que este verano su estancia en la Isla
sería más corta ya que tenía que ir a los Juegos Olímpicos que se
celebrarán en Grecia el próximo mes de agosto. Además, sus
vacaciones se verán interrumpidas ya que los Monarcas se tendrán
que marchar de visita oficial primero el día 25 de este mes a
Santiago de Compostela, para celebrar el año del Jubileo. Por otra
parte, tienen preparadas otras visitas a Madrid donde tienen
organizadas diferentes actividades oficiales. Tras recibir la
bienvenida por parte de las autoridades, los Reyes marcharon en un
Volvo conducido por el Monarca. Los duques de Lugo marcharon en un
Mercedes verde conducido por la Infanta. Este verano los sistemas
de seguridad para la Familia Real se han visto incrementados
notablemente. Se ha dividido en tres apartados: La Casa del Rey,
Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. Con respecto a otros
años el incremento más importante es el de una docena más en
expertos en Información; la Guardia Civil contará con más
especialistas en temas de terrorismo. Y como medida novedosa se
amplía el área de exclusión para sobrevolar Marivent en dos
millas.
Jéssica Hernández
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