TW
0

Antiguamente los vecinos de Portocolom acudían a cenar una o dos veces al año sobre las peñas rocosas e inmensas que se levantan sobre las aguas mansas de esta zona costera de Felanitx. Pero como muchas tradiciones, la costumbre se perdió hasta que hace unos 15 años los vecinos quisieron recuperarla en memoria y reconocimiento de sus antepasados. Lo que comenzó siendo un encuentro de pocos comensales, con el tiempo se ha convertido en una cena multitudinaria ya consolidada en las fiestas veraniegas de Portocolom.

Como prueba de esto, es que el pasado viernes se congregaron unas 3.000 personas de todas las edades en las dos playas de s'Arenal (Petit i Gran) y en diferentes zonas rocosas del lugar. De hecho, debido a la gran participación ciudadana el conocido como sopar a penyes ya no puede celebrarse exclusivamente sobre las rocas precisamente por la falta de espacio por lo que se tienen que ocupar las playas.

Si los antepasados cenaban en sus incursiones en la costa de un buen trempó, actualmente ha habido cambios también en este sentido ya que además de este veraniego plato, las preferencias gastronómicas van desde un simple bocadillo a platos elaborados con mesa y silla de casa incluida. La fiesta comenzó sobre las ocho de la tarde en que los vecinos comenzaron a montar sus mesas, toallas o manteles, según las preferencias y el «pánico» a la arena. La velada estuvo amenizada por un Dj, dos orquestas, los tambores de batucada y los xeremiers. El momento culminante fue un castillo de fuegos artificiales. Los más jóvenes y marchosos vieron amanecer en Portocolom.

G.Vicens/J.M.S.