Indignación por la subida de las tarifas interislas

La subida del crudo ha tenido respuestas dispares en compañías aéreas como British Airways, que ha aplicado la subida sólo en trayectos de largo recorrido, o como la irlandesa Ryamair, que ya ha anunciado que no subirá los precios de los billetes.

En el caso de Air Nostrum hay que distinguir entre los vuelos con la Península, que han registrado un aumento de cinco euros, y los vuelos interislas, afectados por la declaración de servicio público. En el primer caso, la compañía radicada en Valencia es muy dueña de fijar sus precios como crea oportuno. El mercado aéreo está liberalizado y sólo está sujeto a las reglas de la libre competencia. Pero por lo que respecta a los vuelos interinsulares, y tras la entrada de vigor de la declaracióm de servicio público, sólo se permite una subida anual del IPC (ya ejecutada en Semana Santa) y se abre la puerta a nuevas subidas sólo en el caso de que ocurran circunstancias anormales e imprevisibles. ¿Realmente se dan ya en estos momentos estas circunstancias extraordinarias?

El Govern balear ya ha expresado su profundo malestar y ha calificado la medida de «atropello». Los demás partidos y las patronales han criticado igualmente la subida. Es realmente inaceptable que el Gobierno central autorice esta subida de tarifas no sólo sin consultar al Govern balear sino sin ni siquiera comunicárselo. ¿Para esto sirve la declaración de servicio público?

Tal y como están hoy las cosas, resulta contradictorio que Rodríguez Zapatero se comprometa a aumentar progresivamente el descuento para residentes a partir de 2005, hasta llegar al 50 por ciento, mientras el Ministerio de Fomento autoriza una nueva subida en los vuelos interislas. ¿Cuántas subidas más veremos en los próximos meses?