El tiempo invita y María del Mar Gallardo todavía vende prendas veraniegas.

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Ni con los niños en el colegio y el ecuador septiembre ya superado se vacían las playas. Hace calor, mucho calor, y eso manda más que el calendario. Los extranjeros lo tienen claro. La mayoría han venido en busca de «sol y playa» y a primeras horas de la mañana ya van invirtiendo en hamacas y sombrillas. Las nubes que pueda haber no les asustan, convencidos del «never rain in Spain» (nunca llueve en España). Al final tienen razón y luce un sol de justicia. Ahí en la playa pasan la mañana Siobhan, Kath y Laura. Las tres, inglesas y veinteañeras. Es su primer día en la Isla y han decidido tomar el sol, disfrutar de la playa de Alcúdia y de vez en cuando pegarse un baño cuando el calor aprieta fuerte. «El agua está limpísima. Es fantástico vivir con este tiempo en esta temporada del año», afirman. A Stuart Goodfellas le cuesta un poco más. Tanto calor le parece demasiado. Busca un refugio en la sombra y un buen helado para refrescarse el cuerpo. Se comería un helado de metro y medio, pero no lo hay. Así que se conforma con un granizado para ir tirando hasta que afloje el bochorno.

Muy cerca de allí comienzan las calles comerciales. ¿Qué venden las tiendas de ropa en pleno septiembre? Muchas ya han sacado la ropa de entretiempo pero los bikinis y bañadores siguen siendo las prendas más vendidas, tanto como hace un par de meses. «Sobre todo los de colores alegres, pistacho y fucsia, y también los estampados», comenta María de Mar Gallardo, de Can Marxandet, en el Port d'Alcúdia. Y añade que hasta finales de octubre venderá ropa de baño.

Sólo a última hora de la tarde el sol concede un poco de tregua, a la hora de la merienda. Es entonces cuando aparece un grupo de mujeres de Capdepera que llevan consigo las bebidas, la comida y la sartén por el mango. A disfrutar tanto de la merienda como de la puesta de sol en Cala Agulla. Todavía es verano -aunque queda poquísimo- y estas cosas forman parte de su discreto encanto.

Tolo Llabrés