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Las principales zonas turísticas de la República Dominicana, Bávaro y Punta Cana, se han visto afectadas seriamente por el paso del huracán «Jeanne», provocando daños cuantiosos en todas las infraestructuras, principalmente en las carreteras, aeropuerto, playas, vegetación e instalaciones deportivas próximas a los complejos turísticos, la mayor parte de ellos propiedad de las cadenas hoteleras españolas y mallorquinas, entre ellas Iberostar, RIU, Barceló, Fiesta Hoteles, Sol Meliá y Piñero.

La cifra de hoteles propiedad de cadenas hoteleras mallorquinas supera la treintena, siendo la oferta de alojamiento turística mayoritaria en Bávaro y Punta Cana, de ahí el impacto económico y laboral que ha tenido el huracán «Jeanne» en este enclave turístico, en el que hace veinte años se inició el proceso de expansión e internacionalización de las cadenas hoteleras españolas, encabezada por Barceló Hoteles en Bávaro.

«El espectáculo es dantesco por los daños que ha causado el huracán, que al principio era una simple tormenta tropical. Lo más preocupante son las carreteras de acceso a los complejos turísticos y al aeropuerto de Punta Cana, que están cortadas y anegadas, lo que impide la llegada de los trabajadores a los hoteles, así como de los camiones de los proveedores, afectando ello a la normal operativa de los establecimientos. Asimismo, el aeropuerto está cerrado, por lo que se ha producido una cancelación en serie de todos los vuelos procedentes de España y del resto de países europeos», indicaba ayer un hotelero mallorquín desde la zona de Bávaro-Punta Cana.

Desde Sol Meliá, Iberostar, RIU y Piñero Hoteles coincidieron en señalar en que «los daños han sido sólo materiales, centrándose en las zonas de las piscinas, vegetación, campos de golf, playas, rotura de cristales en las zonas de servicios próximas a las playas. Los turistas y trabajadores, en los que hay que contabilizar una amplia representación de mallorquines, están bien y no hay que registrar daños personales».