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«El epicentro del huracán 'Jeanne' pasó por encima de nuestro hotel, según nos dijo el director. Cuando la tormenta tropical se hizo huracán de fuerza uno nosotros estábamos en la habitación. En las puertas correderas de cristal que separaban la habitación de la terracita se hicieron bolsas de aire de cuatro o cinco centímetros por el fuerte viento. El problema es que estuvo dos días sin parar de llover», explicó ayer el turista mallorquín Àlvaro Martínez a su regreso de República Dominicana, donde pasó unas vacaciones de diez días junto a su pareja, Teresa Fernández, en el hotel Meliá Paradissus Punta Cana de Sol Meliá.

«Nosotros hemos estado bastante bien. Los servicios del hotel no estaban al 100 por cien pero al menos hemos podido comer bien. Había hoteles que quedaron inundados en los que sólo se podía comer sandwiches y pollo y donde no había agua ni luz. Nos han dicho que se han producido peleas y motines», afirmó.

«En nuestro caso. en algunos sitios tuvimos problemas para pasar de las zonas de recepción a los bungalows porque estaba inundado y había que ir en piragua o en una Zodiac. había una profundidad de agua de 1,60 metros», explicó Martínez.

Martínez indicó que vió dos puentes destruidos a su salida del hotel. «Una furgoneta nos llevó al aeropuerto de Punta Cana y de ahí salimos en avioneta hasta el aeropuerto de Santo Domingo. Tenían que hacer viajes para sacarnos a todos», indicó.

«No tenemos ninguna queja del hotel», añadió Teresa Fernández, «el director del hotel, en señor Castillo, estuvo todo el tiempo con nosotros; aunque para regresar hemos estado más de 24 horas viajando».

Joaquín Martínez, que también se alojó en Paradissus Punta Cana junto a su novia, Àngeles López, indicó que «de los diez días de vacaciones tuvimos ocho malos, pero al menos nuestro hotel no quedó hundido. El problema es que no pudimos salir por las rachas de viento, aunque no pasamos miedo», dijo.