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El presidente de Thomas Cook, Wolfgang Beeser, defendió ayer la modalidad comercial del «todo incluido» y alertó sobre los descensos de los niveles de hospitalidad hacia el turista en España, que sufre «la enfermedad alemana», es decir, asociar turismo con rutina. Por ello, sugirió, en el transcurso de la conferencia que pronunció en la jornada «Baleares y Canarias ante los nuevos desafíos del turismo», el slogan «Smiling Spain». Beeser lamentó que, según un reciente estudio, España ocupa la posición 40 en una clasificación de 143 países en lo que se refiere a «Openess», que se podría traducir en amabilidad hacia el turista.

El sector turístico balear y canario escuchó con suma atención las palabras de Beeser en las jornadas organizadas por la revista «Preferente» en la hotel Meliá Victoria. Considerado un auténtico «gurú» del turismo mundial, el presidente de Thomas Cook abordó un amplio abánico de cuestiones. «Nuestra empresa ha aumentado el número de pasajeros y volumen de negocio con España, en particular, y Balears en general», dijo. Respecto al sistema del «todo incluido», interpretó como una desventaja que mientras en Balears y Canarias representa un 16 y un 17 por ciento, respectivamente, de la oferta hotelera, en lugares como Anatolia (Turquía) y Urgada (Egipto) suponen el 87 y el 93 por ciento, por este orden.

«El todo incluido funciona», recalcó el presidente de Thomas Cook, quien no olvidó las reticencias de los hoteleros de Balears hacia esta fórmula ni desdeñó los esfuerzos que los mayoristas han requerido para convencerlos de que apuesten por este opción.