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El teniente de alcalde de Hisenda i Funció Pública del Ajuntament de Palma, el popular Pedro Àlvarez, dio a conocer ayer que Cort quiere que los cajeros automáticos que están instalados en una fachada y que, por tanto, dan a la vía pública, paguen una tasa a partir de 2005. Àlvarez indicó que Cort aplicaría para estos casos concretos la normativa municipal de «reserva de espacio de suelo, subsuelo y espacio aéreo». En Palma podría haber en estos momentos unos 250 cajeros automáticos -en su casi totalidad de entidades financieras- instalados en fachadas, si bien también hay videoclubs que disponen en la actualidad de cajeros, para poder, de este modo, alquilar películas durante las 24 horas del día.

El teniente de alcalde recordó que diversos municipios de España ya están aplicando una tasa de este tipo, como por ejemplo Calvià o Alcobendas. Hacía ya varios años que el Consistorio palmesano estaba estudiando la posibilidad de poner en marcha esta nueva iniciativa, si bien el hecho de que algunas entidades financieras hubieran presentado diversos recursos contra la misma era un factor que estaba demorando una decisión final por parte del Ajuntament.

«Cada vez es mayor el número de sentencias judiciales que avalan la validez legal de esta tasa», prosiguió Àlvarez, para añadir: «La última resolución favorable, hasta ahora, ha sido dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y la jurisprudencia en la que poder apoyarnos en un hipotético momento de necesidad aumenta día a día». La implantación de esta nueva tasa no tendrá una repercusión directa sobre los usuarios, lo que ha sido considerado por el Consistorio un motivo añadido para ponerla en marcha. Aún no ha sido determinada la cuantía anual que debería pagar cada empresa afectada, ya que dependerá sobre todo de su ubicación, si bien podría situarse en torno a los 600 euros al año.