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«Me han de permitir, señoras y señores, que insista en el que es el gran problema que tiene planteada nuestra Comunidad Autónoma y que continúa siendo, ni más ni menos que el de la financiación».

¿Quién, dónde y cuándo dijo estas palabras? Fue Gabriel Cañellas en noviembre de 1985, durante el primer debate sobre el «estado de la Comunidad» que celebró el Parlament balear.

Diecinueve años después todo está listo para un debate con ese mismo formato: el presidente pronunciará un discurso y al día siguiente replicarán los grupos.

Cada año, el debate tiene un elemento que le diferencia de los otros. De cara al que se inicia el martes, el «cara a cara» entre Matas y Francina Armengol que se estrena en debates de este tipo. Los socialistas no lo admiten en público pero estos días han recordado el debate de octubre de 1993. Cañellas dejó «fuera de combate» al portavoz, Francesc Obrador.

Los debates (que concluyen con la votación de una serie de propuestas de resolución) siempre suelen favorecer al president. Su partido siempre le da ganador. Hubo una excepción: en octubre de 1996, al president le aplaudió parte de la oposición pero no su partido. Soler era el presidente. Francesc Triay su oponente.