La cabina de la discoteca Babalú en Can Pastilla fue el lugar elegido para reunir a cuatro astros de las pistas: Dj Kwame, Dj Manolo, Dj Tato y Dj Micki.

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Spider, Cannus, Tato, Manolo, Kwame, Àngel Costa, Miky... Ni son todos los que están, ni están todos los que son; pero sí podemos admitir que estos discjockeys son un buen ejemplo de la música de baile que suena en Mallorca. Cada uno de ellos tiene un estilo propio derivado de una cultura musical diferente. Están formados por una base heterogénea que se diluye poco a poco en cada ambiente, en cada local donde el público reclama buena música. Joan Alcalde, también conocido como Spider, es catalán pero mallorquín de adopción. Comenzó su carrera como discjockey con sólo 15 años y ya desde el principio llamó la atención por ser un Dj espectáculo. En sus sesiones no sólo se limitaba a poner discos, también cantaba, bailaba, hacía cualquier cosa para mantener animado a su público. Llegó a Palma por casualidad y decidió quedarse. Después de mucho trabajo y tras ser escogido como locutor de Flaix FM, su carrera dio un giro espectacular. Actualmente alterna su trabajo en la radio con colaboraciones en varias discotecas de Mallorca como Babalú o Al rojo vivo. Además su última producción, «Look Around», junto a Carlos Legaz, promete ser éxito seguro en las pistas de baile.

Le acompaña Dj Cannus, uno de los discjockeys españoles más conocidos a nivel mundial. Comenzó como promotor en muchas fiestas de la Isla pero tras un breve contacto con los «platos», hace sólo tres años, pinchó su primera sesión en el «Torino». Su curiosidad por la música le llevó a viajar por Europa, sobre todo Alemania, donde adquirió la experiencia suficiente para dar el salto a la meca de la música de baile: Ibiza. Hoy por hoy puede presumir de ser uno de los Dj residentes del «Space Ibiza». La música electrónica también juega un papel importante en el panorama musical de la noche mallorquina. Uno de sus actuales precursores es Dj Tato, nacido en Palma hace 25 años, comenzó pinchando en el 98 pero tras una mala época, decidió cortar por lo sano y viajar por todo el mundo. Su pasión por la música le ayudó a empaparse de todo tipo de sonidos y por ello a su vuelta a Palma decidió hacer algo diferente.

Hoy por hoy sus sesiones varían según el local y la gente. «Tengo la idea de crear algo y no de poner discos porque sí»; admite que tiene discos que encajan en cualquier tipo de ambiente, sonidos breakbeat, electropop, underground...

No le gustan las macrofiestas ni las multitudes, y prefiere las pequeñas salas como «Main Club» o «Bassement», donde sentirse a gusto y comunicarse con la gente que le rodea.
Dj Manolo es otro de los precursores de la música electrónica en la Isla. Tiene 25 años pero pincha desde hace sólo tres y no como profesional, porque admite que sabe que el mundo de los discjockeys, y más en Mallorca, es muy complicado. «Es una profesión muy difícil y tengo otras metas más interesantes», añade. Dj Manolo es residente en el club «Bassement», situado cerca del Passeig Mallorca, un local diferente, donde predomina la música electrónica más underground. Para Dj Manolo el verano es una época difícil, sobre todo para la música, porque predomina lo comercial, «lo de siempre». Àngel Costa es otro Dj mallorquín que ha traspasado fronteras. A sus 29 años puede presumir de ser unos de los discjockeys mallorquines con mayor fama en toda la Península, especialmente en los ambientes musicales de la zona norte, como Asturias y el País Vasco. Pero no es casualidad, Àngel Costa pincha algo «diferente», su estilo rompe con la «típica» música que se escucha en las Islas muy definida en el ambiguo término «Balearic Sound», que inspira amor y odio a partes iguales en muchos Dj. Lo comercial no tiene cabida en él, es un Dj que se guía «por el público, por unos parámetros musicales, pero nunca por lo comercial». Actualmente tiene su residencia en la sala «Main Club», que los sábados se convierte en «La Demence». Además, una vez al mes es Dj residente de «Gothic» y de una discoteca de la ciudad de San Sebastián.

Virginia Casado