Un estudio del Laboratori de Genètica del Departament de Biologia
de la UIB revela que existen tres tipos de población humana
genéticamente diferenciadas en Balears y destaca, especialmente,
que la población pitiusa presenta una «gran deriva genética»
respecto a la de Mallorca y Menorca, y al resto de poblaciones
europeas.
El estudio confirma la existencia de dos grandes grupos en
Balears: el de Mallorca y Menorca, y el de Eivissa y
Formentera.
El otro gran grupo son los xuetes mallorquins, descendientes de
algunos judíos conversos, que también mantienen un bloque
genéticamente homogéneo y diferente tras sufrir durante siglos un
proceso de segregación social. Este grupo presenta una afinidad
clara con poblaciones del Oriente Medio y con otras judías, como
las del norte de Africa.
La investigación, coordinada por la doctora Misericòrdia Ramon,
concluye que las muestras de ADN obtenidas de la población
mallorquina y menorquina no presentan diferencias entre ellas y son
similares a las poblaciones continentales, como las de Catalunya,
Valencia y el resto de la población europea.
El Departament de Biologia califica el caso de las Pitiüses como
«unas islas no en sentido geográfico, sino genético». El estudio
baraja como una posibilidad de diferenciación genética el hecho de
que Eivissa fue fundada por los cartagineses y no fue romanizada,
sino anexionada al Imperio Romano, y además la Isla sufrió una
tardanza en su repoblación catalanoaragonesa. Estos factores
podrían explicar que la base genética cartaginesa se haya
mantenido.
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