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EFE/J.J.S.
Enagás, gestora gasista del Estado, ha aprobado proyectos de inversión en el tercer trimestre del presente año por importe de 313,7 millones, entre los que destaca la inversión correspondiente al gasoducto submarino Oliva-Eivissa-Mallorca, que proveerá de gas natural a Baleares.

Enagás ya ha realizado estudios del gasoducto en sus tramos terrestres y submarinos para buscar la mejor alternativa medioambiental, informó ayer la compañía, que obtuvo un beneficio neto de 120,2 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 8,2 por ciento más que en el mismo periodo de 2003.

El Gobierno central adjudicó, el pasado julio y por vía directa, la construcción del gasoducto que conectará la Península (desde la costa valenciana) con Balears a Enagás, gestora gasista del Estado. Enagas asumirá la ejecución de todos los tramos: peninsular terrestre en la costa valenciana y submarinos hasta Eivissa (Sant Antoni de Portmany) y Mallorca (entrada por Sant Joan de Déu).

Enagás gestiona 6.500 kilómetros de conducciones de gas en España. El presupuesto del gasoducto balear asciende a 267 millones de euros, que serán financiados a través de las tarifas de gas de todos los usuarios españoles, y se prevé que las obras podrían iniciarse en 2005 para concluir en 2007. El gasoducto transportará gas natural hasta Balears, combustible que será utilizado por las centrales de producción eléctrica por su eficiencia energética y ser menos contaminante que otros, y además sustituirá al actual aire propanado en el abastecimiento a la red de gas.

El tramo terrestre del gasoducto en Mallorca discurrirá por el trazado del segundo cinturón, tanto en el ya existente, desde el Coll den Rabassa hasta Alcampo-autovía de Inca, como en el previsto desde este último punto hasta la carretera de Sóller, para concluir en la central eléctrica de Son Reus, que será alimentada con el gas natural transportado por la conducción.

Según el trayecto diseñado por Enagás, el gasoducto entrará, como ya se sabe, por Sant Joan de Déu para dirigirse a cas Tresorer, donde se construirá otra central eléctrica alimentada con gas natural. Desde este punto, el gasoducto volverá atrás, por un trazado diferente, hasta encontrar y continuar por el segundo cinturón.

El Govern del Pacte de Progrés, presidido por Francesc Antich, firmó en 2001 un convenio con el entonces presidente de Enagás, Guzmán Solana, para realizar los primeros estudios técnicos sobre el gasoducto.