El faro de Portopí, tercero más antiguo del mundo en servicio,
abrió ayer las puertas de su exposición de señales marítimas de
carácter permanente que, a partir de ahora podrá ser admirada en
visitas concertadas por grupos, al encontrarse su ubicación en una
zona restringida.
El área adaptada al nuevo contenido cultural consta de dos
plantas divididas en cinco secciones dedicadas a la señalización
marítima, los sistemas ópticos, las máquinas de rotación, los
combustibles y la evolución tecnológica y los guardianes del
faro.
El acto social de la inauguración, convocado a las siete de la
tarde en el histórico edificio de la Torre de Senyals, contó con la
presencia del presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Joan
Verger; el director de dicha institución, Àngel Matías; el director
general de Puertos, Rafael Garrido; el conseller de Medi Ambient
del Consell de Mallorca, Miquel Àngel Borrás, así como directivos
de la Associació d'Amics del Museu Marítim, armadores y delegados
de distintas compañías marítimas y antiguos fareros, junto a unos
noventa invitados.
Rafael Soler, ex director de la Junta de Obras del Puerto y
coordinador del proyecto, ejerció como anfitrión del recorrido a
través de las salas que ilustran la exposición, explicando a los
asistentes el cometido de los sistemas que han posibilitado durante
décadas el funcionamiento de estas señales marítimas.
Gabriel Alomar
Fotos: Joan Torres
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