Cerca de un centenar de antiguos alumnos residentes en la Casa
Misericòrdia, amigos y familiares se dieron cita anoche en el
Hostal d'es Pla para celebrar una cena de hermandad, con el
objetivo de mantener vivo en el recuerdo las experiencias vividas
en el 'hotel Siuró', nombre que recibió en aquella época la casa de
La Misericòrdia.
La de anoche fue una excepcional reunión que aglutinó a
generaciones de los años 40 a los 70. Todo un éxito que Antonio
Colomar agradeció especialmente a Ultima Hora: «Muchos se han
enterado gracias a la cobertura de este periódico». Durante varias
décadas pasaron por aquella casa centenares de niños y niñas que
entonces «formamos una gran familia, orgullosos de nuestra
experiencia porque, a pesar del hambre y la pobreza, hemos
conseguido salir adelante. Hay abogados, médicos, ingenieros, etc.
Nos crecimos ante la dificultad y aprovechamos las oportunidades de
la vida», afirmó Colomar quien quiso agradecer el trabajo de sor
María Magrinyà «una madre para muchos» y Pedro Cabrer «nuestro
maestro», que con 83 años no se perdió la cita de ayer.
La de anoche fue una magnífica ocasión para reunirse y volver a
disfrutar de «pancuit y membrillo, sopes mallorquines, pa amb oli
y, sobre todo, recuerdos».
La institución de la Casa Misericòrdia fue fundada en 1957 por
los 'Jurats de Ciutat' a iniciativa del jesuita Ignaci Fiol.
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