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El conseller d'Interior, José María Rodríguez, pidió ayer en el Parlament que se constituya una comisión de investigación para aclarar el uso del «maletín espía» encontrado en su departamento, adquirido durante el mandato del Govern dePacte. Durante su intervención parlamentaria, Rodríguez detalló el hallazgo de este maletín, aunque en ningún momento se atrevió a confirmar si fue utilizado para espiar a algún dirigente político. El PSOE, a través del diputado Antoni Diéguez, avisó a Rodríguez que si se atrevía a denunciar que algún dirigente dePacte hubiese podido espiar «tendrá una querella en los juzgados dentro de 48 horas».

Rodríguez, que comparecía por inicitiva propia, explicó que en su departamento fue instalada una cámara de grabación, que fue retirada días antes del cambio de gobierno. Al investigar este asunto, Rodríguez tuvo conocimiento de que también se había adquirido un maletín que, según detalló, «contiene un sistema analizador de espectros multibandas capaz de captar todo tipo d eemisiones, ya sean de radio, de vídeo o de telefonía. Además, el conseller d'Interior supo más adelante que Interior había adquirido un transmisor en miniatura que actúa como un micrófono oculto. «¿En qué lugar o lugares estaban instaladas las microcámaras? ¿Para qué se utilizaron en realidad? ¿Por qué, para qué, cómo y cuándo se ha utilizado el ya conocido popularmente como maletín-espía?», preguntó Rodríguez.

Desde las filas socialistas, Antoni Diéguez acusó a Rodríguez de haber filtrado este asunto a la prensa y aprovechó la comparecencia del conseller d'Interior para recordar todo su historial en los juzgados y los recientes conflictos judiciales perdidos por el Govern. «Usted es un delito para la Constitución», acusó Diéguez al conseller. El diputado socialista instó al conseller d'Interior a decir públicamente si algún alto cargo del Govern dePacte hubiese utilizado el maletín y las microcámaras para espiar a alguien. «Diga que se utilizó el maletín para espiar y en 48 horas tendrá una querella», amenazó Diéguez, quien aseveró que las cámaras encontradas en Interior «no grababan a nadie» y pidió a Rodríguez que demostrara lo contrario.