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«En el ámbito inmobiliario hay que estar especialmente atentos», advirtió ayer el catedrático de Derecho penal de la Universidad de Valencia Javier Boix, poco antes de pronunciar la conferencia «La estructura del delito de la estafa a la doctrina y la jurisprudencia» en unas jornadas de la Escuela de Práctica Jurídica celebradas en la sede del Colegio de Abogados de Balears. «En nuestro Código Penal de 1995 se ha introducido algunos matices en la regulación de las llamadas estafas inmobiliarias. Es importante fijarse en que no se produzcan conductas engañosas de carácter penal en ese ámbito», señaló. Según Boix, «en el mundo ordinario existen estafas muy clásicas en lo relativo a la picaresca, por ejemplo, cuando un ciudadano se hace pasar por otro y engaña o utiliza documentos falsos para engañar, se hace pasar por propietario de algo que no lo es, es decir, las estafas clásicas.

Y añadió: «El nuevo Código Penal exige que este engaño debe ser 'bastante', es decir, que tiene que ser un engaño 'idóneo' en la sociedad. De modo que el sujeto que sufre un engaño realmente sea engañado y no se deba a su propia falta de diligencia en llevar sus negocios o realizar la compraventa de un piso. Se le tiene que engañar 'de verdad', por decirlo de alguna manera».

Junto a Boix, también participaron ayer el profesor titular de Derecho Penal de la UIB y magistrado suplente de la Audiencia de Palma, Eduardo Ramón y el abogado y profesor de Derecho Penal de la UIB Gabriel Garcías.

Hoy, las jornadas continuarán, a partir de las 17.00 horas, en el Colegio de Abogados con las ponencias «La conducta en el delito de estafa», «La estafa en el crédito», «Falsificación de documentos públicos, oficiales y mercantiles» y «Falsedades ideológicas».