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Araceli Salas, presidenta de Disfam, quiso ayer expresar su gratitud hacia las instituciones públicas y privadas que con su colaboración han posibilitado la realización de este primer congreso sobre dislexia. Todas ellas se han comprometido ha mejorar la atención al colectivo afectado. Una buena relación que ayer quedó patente en el cóctel-recepción que tuvo lugar en el Ajuntament de Palma al que asistieron colaboradores, ponentes y organizadores del I Congreso Nacional de Dislexia.

Araceli Salas quiso, asimismo, agradecer muy especialmente el trabajo realizado por los voluntarios, amigos y socios de Disfam que han participado activamente en el desarrollo del congreso, en el cual se han inscrito 550 personas superando las expectativas de la asociación, ya que solicitaron asistir al mismo más de 700 personas.

Son empresas colaboradoras la compañía Futura, el hotel Son Net, el grupo Sol Melià, y el Grup Serra. A su vez, por parte del Govern se contó con el apoyo de la Conselleria d'Educació i Cultura y, por parte del Ajuntament, con el apoyo de Sanitat i Consum, especialmente de la concejala de Sanitat, Marina Sans, y Antolín García, coordinador del área de Sanitat i Consum del Consistorio. Por otra parte, del arco parlamentario no faltó la presencia de representantes del grupo socialista, como la diputada Isabel Oliver.

El congreso ha contado también con el apoyo de la decana de Magisterio de la Universitat de les Illes Balears, Dolors Forteza, además de contar con la presencia de Bartomeu Català, destacado pedagogo y presidente del Projecte Home.

Un congreso organizado por una organización, Disfam, con menos de tres años de vida, que comenzó con cuatro familias.