El presidente del Govern, Jaume Matas, asegura en unas
declaraciones publicadas ayer en la edición local del diario «El
Mundo» que «el alcalde de Calvià no ha sido nunca presionado por
nadie y ha defendido en todo momento los intereses del municipio de
Calvià. Ha actuado muy honestamente defendiendo siempre los
intereses del municipio, y en casi todas las alegaciones les pedía
una rebaja del número de viviendas».
Estas declaraciones de Matas se enmarcan en la polémica
originada por el propio periódico, según el cual el presidente del
Grupo Serra, Pere A. Serra, y la presidenta del Consell de
Mallorca, Maria Antonia Munar, habrían «presionado» y «forzado» al
alcalde Carlos Delgado a aceptar la recalificación urbanística de
Son Massot en presencia de Matas.
Según publicó ayer Ultima Hora, Pedro Serra y su yerno Jesús
Boyero -que según «El Mundo» era beneficiario de la recalificación-
negaron haber presionado o forzado al alcalde a adoptar «ésta o
cualquier otra resolución». También anunciaron que han puesto en
manos de sus abogados las graves acusaciones realizadas por la
edición local del diario madrileño, al suponer la presunta
imputación de un delito de tráfico de influencias.
A las 9 de esta mañana está previsto que dé comienzo en el
Ajuntament de Calvià el pleno extraordinario que debatirá la
reconversión urbanística de las fincas de Son Massot i ses Planes,
que contempla el Plan Territorial de Mallorca. El alcalde Delgado
aseguró que si no existe unanimidad de todos los concejales, la
corporación pedirá al Consell que excluya estas urbanizaciones. El
grupo socialista anunció que votará en contra. De ser así, la
recalificación de Son Massot i ses Planes puede ser eliminada del
Plan Territorial.
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