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Ayer tuvo lugar la presentación de la nueva cónsul honoraria de Suecia, Natalia Rigo, así como de la nueva sede consular del país ubicada en Sant Jaume. El embajador de Suecia en España, Lars Grundberg, o la princesa Birgitta, fueron algunos de los representantes de la comunidad sueca que también quisieron dar una cálida despedida a Els-Marie Ericson, cónsul saliente, tras 40 años de trabajo en el cuerpo diplomático del país.

Natalia Rigo, abogada, de madre sueca y padre mallorquín, expresó su deseo de acercar las comunidades de ambos países y difundir la cultura Sueca. Mientras, la cónsul saliente, agradeció a las fuerzas de seguridad y a los servicios sociales de Balears la atención «eficaz y cálida» que han prestado al consulado.

A su vez, el embajador destacó a España como el destino turístico más importante del país: «Un millón de suecos se desplaza cada año a España. De éstos, hasta 250.000 eligen Balears para pasar sus vacaciones».

Por otra parte, la comunidad residente sueca en las Islas es de 2.000 personas. En Balears no hay ningún sueco en la cárcel, mientras que en España 20 súbditos del país están en prisión. El embajador y Els-Marie Ericson reconocieron el cambio que se ha producido en las labores del consulado: «Atrás quedan aquellos años en los que muchos suecos se arruinaron en Mallorca y tuvimos que gestionar su supervivencia y regreso al país; ahora el trabajo es bastante más tranquilo».

En la recepción se dió cita una amplia representación diplomática. Asimismo asistieron el delegado de Gobierno, Ramón Socias; el regidor de Urbanisme, Rodrigo de Santos; el Fiscal Jefe, Bartolomé Barceló; o el jefe del Sector Aéreo, coronel Fernando Martínez.