Ayer, primer día del invierno, las temperaturas respondieron a las
condiciones tradicionales de la estación y las máximas cayeron una
media de cuatro grados respecto a la jornada anterior. Por ejemplo,
al mediodía de ayer, la máxima en Lluc era de 9 grados, cuando el
día anterior había sido de 13. En Palma-Portopí, la temperatura
máxima alcanzó los 13 grados, cuatro menos que anteayer.
En el Puig Major se vieron caer copos de nieve, aunque en ningún
momento llegaron a cuajar. La previsión se mantiene y para hoy se
espera nieve por encima de los 900 metros de altura.
Hasta el mediodía de ayer, y durante las 24 horas anteriores,
las precipitaciones no fueron importantes: 5,5 litros por metro
cuadrado en Palma-Portopí, 5 en el aeropuerto de Menorca, 3 en Lluc
y 4 en Alfàbia.
Igualmente, para hoy se prevén lluvias que pueden ser fuertes.
Esta misma tarde, la meteorología mejoraría y así se mantendía
durante mañana y el viernes. El sábado, Navidad, será un día de
transición y el tiempo irá empeorando. El domingo, Segona Festa,
será, según las previsiones del Centre Meteorològic Territorial de
Balears, un día típico de invierno: mal tiempo, con frío, lluvias
que pueden ser fuertes y, probablemente, nieve en las cimas más
altas de la Serra de Tramuntana.
El descenso de temperaturas de ayer fue apreciable y los
ciudadanos recurrieron a prendas de abrigo más gruesas que en días
anteriores. Los momentos de lluvia o llovizna causaron los
habituales problemas de tráfico en las calles de Palma, donde
cualquier mínima precipitación entorpece la circulación, si bien
esta circunstancia no debe considerarse de forma negativa, pues los
conductores se muestran más prudentes. En los accesos a la ciudad
se notan con especial incidencia los efectos de las precipitaciones
sobre la fluidez del tráfico.
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