Según un estudio de la Fundación RACC, Balears es la tercera
comunidad cuyos conductores tienen con mayor frecuencia lapsus o
distracciones al volante, la cuarta en la que menos infracciones de
la norma se cometen y la cuarta con mayor frecuencia de
infracciones agresivas.
Los conductores cántabros son los que cometen más infracciones y
errores y los que circulan de forma más agresiva, mientras que los
más distraídos son los valencianos y los extremeños los que menos
se arriesgan al volante.
El informe, presentado ayer en Barcelona, Madrid, A Coruña,
Sevilla y Valencia, analiza el comportamiento de los conductores
españoles mediante el «Driving Behaviour Questionnaire» (DBQ), test
que evalúa la percepción de los propios automovilistas sobre su
comportamiento frente al volante.
Para elaborar el informe, que, según destacó el presidente de la
Fundación RACC, Miquel Nadal, «es un estudio de opiniones», se ha
preguntado a 4.860 conductores de toda España sobre la frecuencia
con que cometen infracciones y errores y si tienen comportamientos
distraídos o agresivos.
Los conductores cántabros encabezan la lista de los
automovilistas que más errores cometen, seguidos a considerable
distancia de los riojanos, y son también los que más infringen las
normas de tráfico, mientras que madrileños y vascos ocupan el
segundo y tercer puesto en esta clasificación.
Los automovilistas extremeños son los que obtienen la mejor nota
en todas las variables, aunque ocupan el sexto lugar en cuanto a
nivel de agresividad o exhibicionismo frente al volante, y los
valencianos, seguidos de los catalanes, son los que se confiesan
más distraídos.
El ránking de comportamientos agresivos y exhibicionistas
también lo lideran los cántabros, seguidos de andaluces, que además
ocupan el segundo puesto entre los automovilistas más infractores,
mientras que los gallegos son los cuartos más distraídos y los
quintos que más errores cometen.
No respetar los límites de velocidad en la autopista ocupa el
primer lugar de la lista de los diez peores comportamientos al
volante, a lo que sigue olvidar el sitio donde se aparcó el coche,
obviar la velocidad máxima permitida para seguir el flujo del
tráfico, no percatarse de las nuevas señales en carreteras que se
usan habitualmente y equivocar la salida de una rotonda.
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