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J. MESTRE/N. DOMBLÀS
El president del Govern, Jaume Matas, y la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, mantuvieron ayer una inesperada reunión en el Parlament balear que se prolongó más de una hora y media.

Según ha podido saber este periódico, durante esta reunión ambos dirigentes constataron que existen problemas en algunos municipios entre las bases de la militancia de ambos partidos. Munar y Matas quieren evitar que el conflicto vaya a mayores y acabe con las buenas relaciones que mantienen los dirigentes de ambas formaciones políticas. Matas y Munar acordaron trasladar a los militantes de sus respectivas formaciones la necesidad de superar los conflictos y de que ninguna de las formaciones políticas trate de robar militancia a la otra, a pesar de las lógicas diferencias que existen entre las bases.

La reunión se produce tan sólo dos días después de que la presidenta de Unió Mallorquina asegurara ante 1.500 militantes de UM que no tiene ningún reparo en irse a la oposición si siguen los movimientos de algunos partidos para tratar de acabar con UM.

En la reunión se puso de manifiesto que el pacto global entre PP y UM funciona correctamente en el Consell y en el Parlament, si bien existen algunos desajustes que deben corregirse en determinados municipios. Lo cierto es que el malestar en UM antes las declaraciones de algunos dirigentes había ido creciendo en las últimas semanas, de ahí las declaraciones de la presidenta del Consell en la cena navideña de los nacionalistas, el pasado sábado.

El president del Govern ya lanzó un mensaje similar el pasado fin de semana, durante el congreso que celebraron los populares de Mallorca. En un sorprendente discurso, Matas emplazó a los asistentes al congreso a que no actuaran con prepotencia con otros partidos.