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Un infernal Correfoc puso el colofón ayer por la noche a las fiestas de Sant Sebastià y lo hizo con sus cohetes xiuladors, figuras mitológicas, chispas, muchas chispas, y explosiones que, un año más consiguieron, hacer desplazar a un numeroso público hasta la Plaça Joan Carles I y Jaume III para participar de la fiesta. Era la primera vez que el Correfoc se celebraba en estas calles. Cabe decir que posiblemente el frío provocó que no fuera tan multitudinaria como en otras ediciones ya que, probablemente, más de uno decidió quedarse en casa a resguardo y bien calentito. Asimismo se observó una menor participación. Los dimonis de Sant Joan, de Alaró, de Santa Maria, de Santa Margalida, de Campos, de Esporles y de Albopàs participaron en la fiesta junto a bestias surgidas del imaginario popular que provocaron auténticas olas de pavor entre los presentes que desafiaron las bajas temperaturas de la noche.

Entre estas bestias se encontraban Freu, Marranxa, la bestia de fuego Hiachat, el Corb de Sant Onofre o eboc, entre otras aterradoras fieras. Todas iban desprendiendo fuego por sus bocas, amenazando a todos los presentes con chispas y llamaradas. Los más pequeños fueron los que más miedo pasaron. Algunos se escondieron detrás de sus padres y, la mayoría, no osó acercarse mucho por si las fieras decidían atacarles. Otros, los más mayores y atrevidos, sí se adentraron en medio de la marea de fuego, llegando incluso a tocar a las bestias. En medio de un gran espectáculo de fuego y humo todas las bestias reunidas bajaron Jaume III rodeadas de su séquito de demonios, dimonions y el sonido de los tambores. Cuando coincidieron todas en la Plaça Joan Carles I se dio paso a la traca final con el encendido de todas ellas al unísono. Este año, y gracias la prevención de los asistentes, que acudieron bien guarnecidos y tapados con la ropa adecuada, no hubo incidentes destacables. Además, el cambio de ubicación, del Born a Jaume III, otorgó mayor seguridad al Correfoc al no haber árboles. Aún así, tanto los bomberos como la policía estuvieron al acecho por si tenían que intervenir rápidamente.

El tradicional Correfoc pone punto y final a unas fiestas de Sant Sebastià que este año han unido música con teatro, conferencias, visitas guiadas por Palma o arte, entre muchas otras actividades que han ayudado a conmemorar una festividad muy importante para Ciutat. Ahora, sólo cabe esperar un año más para poder disfrutar de unas semanas que, en esta ocasión, han contado con un broche de oro inesperado: la nieve que inundó el pasado miércoles las calles de Palma y del resto de la Isla, llenando de un manto blanco Mallorca.

J. N. / L. M.