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Los motores se han encendido de nuevo. Ayer se daba oficialmente la salida un año más a la emoción y a la velocidad con la «Davallada als Inferns». La carrera, organizada por el Consell de Mallorca, en colaboración con los ayuntamientos, llega a su tercera edición y cuenta con la participación de seis pueblos. El anfitrión en esta ocasión fue Son Servera, que contó con una gran participación. Un total de 24 carretons, 22 de ellos de competición, y 54 participantes tomaron la calle Creus a toda velocidad en un auténtico descenso, a todo gas y marcha hasta la plaza de Sant Joan.

La originalidad y el buen humor fue la nota dominante. La concentración tuvo lugar a las 15 horas en la misma plaza. Se levantó una gran expectación para ver de cerca los modelos que se ofrecían en la presente edición. Algunos acompañaron sus vehículos con atuendos para la ocasión.

Los hubo de todas clases y colores. Así el «Dominator», «El Ferrari Desguazado», «Los pelusa» o «Fora Mirar», fueron algunos de los nombres elegidos por los participantes.

Un total de 30 jóvenes de Son Servera, junto con los monitores del Consell, han colaborado en esta edición para que todo saliera a la perfección. De esta carrera saldrán los premiados en tres categorías: mejor tiempo, mejor diseño y mejor puesta en escena. La final se celebrará en junio en Santa Eugènia.

Los participantes a la competición ayer eran 11 de Son Servera, 7 de Artà, 5 de Manacor y dos de Capdepera. A lo largo de la carrera se pudieron ver escenas divertidas, caras de preocupación y mucha velocidad.

Los requisitos para poder participar es que debe tratarse de un vehículo de tres ruedas, con más de 150 kilos de peso y para dos o tres participantes. La imaginación pone el resto.

A.B.