El mal tiempo en el mar provocó que en algunas playas de la zona
norte y noreste de la Isla ondearan las banderas rojas para
advertir a los bañistas de que no podía adentrarse en el mar. A
pesar del temporal, con grandes olas rompiendo en la arena, las
playas estaban llenas de turistas que tomaban el sol y algunos se
bañaban, haciendo caso omiso a las señales de prohibición.
Las banderas rojas fueron colocadas en las playas de Cala Agulla
y Cala Mesquida, en Capdepera, Cala Torta, en Artà, y Cala Varques,
Cala Clara y Cala Molins, las tres en Cala Sant Vicenç, en
Pollença. En las playas, además de las banderas rojas, los
socorristas de la Cruz Roja precintan las zonas de la arena donde
está prohibido el baño y acotan las aptas. De esta manera los
bañistas gozan de un espacio para refrescarse.
A pesar de que en estas zonas el oleaje también era alto, se
permitió el baño porque «no hay corrientes, hay poca profundidad y
son zonas alejadas de las rocas», explican los socorristas de Cala
Mesquida, Juan José García y Leandro Aroldi. Para los socorristas,
días como los de ayer suponen un extra de trabajo. «Tenemos que
estar muy atentos para evitar que los bañistas naden lejos de la
costa. Pueden bañarse pero con mucho cuidado».
E. Ballestero / J. M. Sastre (texto y
fotos)
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