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Sant Bartomeu, el 24 de agosto, marca un punto de inflexión en el verano. Los frutos de temporada como las sandías, los pimientos o los melones están en plena maduración y eso siempre ha sido motivo de celebración. Por eso al llegar esta fecha, algunos pueblos como Alcúdia utilizaban esos mismos frutos, los vaciaban, dibujaban en su corteza lunas, gatos, soles o escales de figuera y finalmente colocaban una vela en su interior.

Las frutas se convertían en llanternes que iluminaba los balls de bot que se celebraban bajo las sombras de las higueras. Ahora son los niños los protagonistas de esta noche. Los jóvenes alcudiencs prepararon a lo largo del día sus llanternes pintando las clásicas lunas y escales de figuera, Mickey Mouse, Los Lunis... A las 21.30 del miércoles comenzó un desfile de cientos de niños, entusiasmados con sus llanternes, a través del laberinto de calles medievales de Alcúdia cantando las mismas canciones de antaño. Padres y niños siguieron la letra de Es sereno ha mort un moix, La lluna i la pruna o Ton pare no té nas. Un ritmo sólo interrumpido cuando un golpe de viento apagaba la vela.

El recorrido nos llevó, después de atravesar el pueblo, al punto de origen, a la placeta de les verdures, frente al ayuntamiento. Allí les esperó la última sorpresa, la ansiada suelta de globos y caramelos que despertó tanta pasión entre los pequeños.

Tolo Llabrés