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La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, visitó ayer las obras de construcción del centro de tratamiento, rehabilitación y unidad de respiro para grandes discapacitados físicos, que estará situado en la calle Joan Crespí de Palma.

Estaràs informó de que está realizando «un seguimiento semanal del estado de estos trabajos» y apuntó que «los plazos se están cumpliendo a rajatabla». Si todo sigue así, el compromiso es que en diciembre de 2005 esté finalizada la fachada, el edificio pueda estar terminado para el mes del agosto del año próximo y que abra sus puestas a comienzos de 2007, una vez equipado».

La responsable del Govern resaltó que «este centro era una asignatura pendiente y un objetivo prioritario del Govern, ya que será el primero de estas características en Balears», de modo que evitará que muchos enfermos con graves dificultades motoras tengan que desplazarse al centro de rehabilitación de Toledo o al Instituto Guzmán de Tarragona para recibir tratamiento o realizar sus revisiones, «como ahora ocurre».

Este inmueble era propiedad del Ministerio de Defensa, acogía el Parque de Automóviles, y fue adquirido en 1997 por el Govern de Jaume Matas. No obstante, los trabajos de construcción no pudieron comenzar hasta el pasado mes de marzo, retrasados por diversos motivos, como la protección de la fachada para conservar una escalera del racionalismo industrial, recordó la consellera.

El edificio tendrá una superficie total de 6.591 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas subterráneas, para el aparcamiento; planta baja y cinco pisos. Contará con un centro de día para 25 personas, aproximadamente, y una residencia para 20 pacientes, 12 de ellas de forma permanente y para 8 en la unidad de respiro. Además, dispondrá de dos plantas, más de 1.000 metros cuadrados, destinados a un gimnasio y zonas de rehabilitación.

En la actualidad, las personas con grandes discapacidades físicas son atendidas en el Hospital San Juan de Dios de Palma para la rehabilitación, apuntó la consellera, «pero allí se les da un recurso sanitario y no socio-sanitario, mucho más adecuado».

En efecto, recalcó, el nuevo centro «proporcionará más calidad de vida a los pacientes y permitirá un respiro a sus familiares que, en muchos de los casos, han de cuidarles 24 horas al día».

Las obras del centro costarán casi 9 millones, si bien el equipamiento de alta tecnología del centro no está incluido en este presupuesto, añadió la vicepresidenta, quien destacó que el Pacte de Progrés compró en la anterior legislatura la piscina de este centro, una adquisición que consideró «curiosa» ya que ni siquiera habían comenzado la obras.