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El GOB ha contabilizado setenta y tres aves no cinegéticas abatidas a tiros en Mallorca durante 2004, entre las cuales se encuentran animales pertenecientes a catorce especies protegidas.

Este dato fue expuesto ayer durante la firma del convenio entre GESA-Endesa y el GOB para la edición del Anuari Ornitològic de Balears 2004, elaborado por el grupo ecologista, obra con mil ejemplares cuya información es objeto de intercambio con entidades científicas de todo el mundo.

Firmaron el convenio el director general de GESA-Endesa, Jaume Reguart, y el presidente del GOB-Mallorca, Macià Blázquez. GESA-Endesa aporta 10.000 euros de los 12.000 que supone el coste de la edición.

La mayor parte de las 73 aves no cinegéticas abatidas a tiros en Mallorca durante 2004 eran rapaces. Uno de los casos era un voltor negre, un carroñero. Este dato demuestra que todavía no se ha acabado con la práctica de los llamados escopeters, que cazan cualquier pieza que se les pone a tiro, sin seleccionar ni pararse a comprobar que se puede tratar de un ejemplar protegido.

Por otra parte, la investigación sobre la aparición de 125 aves muertas en la zona húmeda de Son Navata, en Felanitx, apunta a una posible intoxicación de estos animales, aunque todavía es un extremo por confirmar. Sí se ha descartado cualquier relación con la gripe aviar, pese a que, precisamente, Son Navata es una de las zonas de Balears declaradas de especial atención en prevención de esta enfermedad. Antoni Muñoz, del GOB, explicó ayer que «la intoxicación puede proceder de una depuración deficiente de la estación allí existente o de una reacción química natural, de origen biológico, generada por microorganismos o bacterias».