Una representación del equipo de gobierno municipal, que preside la
popular Catalina Cirer, se reunió ayer con una representación de
las once familias que hasta el 11 de noviembre vivían en dos
bloques de viviendas de la calle Antoni Pons, en los números 15 y
17, que tuvieron que abandonar por riesgo de derrumbe, al
reblandecerse el terreno. El encuentro, que se prolongó por espacio
de más de dos horas, tuvo lugar en el hotel en el que de forma
provisional han residido parte de las familias afectadas. Durante
la reunión de ayer se llegó ya a un principio de acuerdo para el
realojo de la mayor parte de las mismas, a partir de hoy mismo.
La representación de Cort estaba formada por el teniente de
alcalde de Urbanisme, Javier Rodrigo de Santos; el teniente de
alcalde de Habitatge, José Manuel Sierra; la presidenta de Emaya,
Catalina Terrassa; el teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana,
Àlvaro Gijón; la regidora de Serveis Socials, Margalida Ferrando;
el regidor de Treball, Sebastià Sansó; el gerente de Urbanisme,
Juan José Ferrando; la gerente de la Emop, Gloria Penalva, y el
director general de Urbanisme, Enrique Izcue. El portavoz de las
familias era Miguel Torres.
En principio, está previsto que de las once familias, seis
firmen ya hoy mismo un contrato en el Patronat Municipal de
l'Habitatge para su realojo en las viviendas que eligieron la
pasada semana de entre las 19 que posee en estos momentos dicho
organismo municipal. Una familia más firmará también en breve un
contrato. Otras dos familias se encuentran en estos momentos en la
Península, y dos familias más seguirán residiendo de momento en la
vivienda en que viven.
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