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Si el obispo Nadal levantara la cabeza y viera que lo que fue su casa y tafona, por deseo de la familia Rapic, es hoy un bello hotel, estaría muy satisfecho. Y es que la casa y tafona del obispo, que tras su muerte pasó por muchas etapas -la tafona fue escuela, cuartel durante la guerra, centro de Acción Católica-, hace cuatro años fueron reconvertidas en lo que es hoy: Hotel Ca'l Bisbe, de Sóller, un establecimiento turístico muy confortable.
Salta a la vista que se ha conservado en gran parte la que fuera casa debisbe solleric Bernat Nadal i Crespí, propulsor de la I Constitución Española y por un periodo de tiempo presidente de las Cortes de Cádiz. De él, destaca la zona de recepción, el comedor y el bar, ambos en lo que fue tafona, así como la piscina.

De cuatro estrellas, cuenta con 25 habitaciones distribuidas en seis suites, una individual y el resto, 18, dobles. Por norma general, el cliente, en su mayoría alemán y en los últimos tiempos inglés, (y en los veranos, catalán), se hospeda en régimen de habitación y desayuno, pues el resto del día lo dedica a conocer la Isla, a pie, en plan senderista, sobre todo de septiembre a noviembre y en primavera. Naturalmente, quienes conocen su cocina, suelen sentarse de noche a cenar, en verano en la magnífica y fresca terraza, alrededor de la piscina, aunque en el espacioso comedor no se está nada mal tampoco.

La responsable de la cocina del Ca'l Bisbe es Àngela Ferrá, cocinera autodidacta que aprendió mucho estando al frente de la tienda que tenían en casa, «escuchando recetas que me daban las clientas cuando venían a comprar y que yo luego ponía en práctica». Aparte de ser la dueña de Can Topa, estuvo trabajando en el Flanigan y en el restaurante Escorca. Aunque respetuosa con la nouvelle cousine, Àngela es una defensora de la cuina mallorquina, «de la que yo trato de recuperar viejas recetas, como, por ejemplo, la graixonera de moniato que conseguí a través de Tomeu Esteva y que es riquísima». La carta del hotel no es muy extensa pero sí muy gustosa y elaborada, toda ella basada en nuestra cuina, utilizando siempre el aceite extraído de las aceitunas de la finca de la familia, «aceite que se hace en la tafona de Sóller -señala Joan Arbona, director del establecimiento-, y que es muy parecida a la que había aquí».

P.Prieto