El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró ayer
ante un millar de militantes del partido en Mallorca que los
socialistas recuperarán la Presidencia del Govern en el año 2007 y
que él vendrá a las Islas a celebrarlo con cava, una clara alusión
a la polémica suscitada por el boicoteo a este producto desde
sectores anticatalanistas.
El secretario de Organización, que no concretó quién encabezaría
la candidatura (se limitó a señalar que «esta noche está sentado
aquí»), también dio por hecho que los socialistas volverían a
gobernar en el Consistorio de Palma y en el de Calvià.
A lo largo de su intervención, el número dos de Zapatero en la
Ejecutiva del PSOE criticó en varias ocasiones al president del
Govern de las Islas, Jaume Matas. A él se refirió como un
«aventajado alumno de Zaplana» y criticó su «sumisión» a lo que
llamó «peña radical del PP».
Blanco intervino, precedido de Francina Armengol y de Francesc
Antich, antes del inicio de la cena navideña que anualmente
organizan los socialistas mallorquines.
Armengol y Antich prepararon el terreno a Blanco. La primera fue
suave en sus intervención, tanto en el fondo como en la forma y
murmullos de los asistentes impedían, en algunos momentos, captar
todo lo que decía. Lo que se oyó claramente fue su pronóstico de
que, en 2007, que es cuando se celebran las elecciones, «volveremos
a dar la sorpresa» como sucediera en las generales de hace dos
años, cuando Zapatero se convirtió en presidente.
Con Francesc Antich se empezó a caldear algo más el ambiente. El
líder de los socialistas baleares (que sigue sin definir claramente
si quiere o no encabezar la candidatura para 2007) empleó el tono
populista, cercano al chiste, que tan bien administra. Arrancó
aplausos cuando llamó «picasso» al edil de Palma José María
Rodríguez por haber cambiado el color de los coches de la policía.
También contrapuso el trato que da Zapatero a Matas en
contraposición con la actud de Aznar cuando él presidía el Govern.
A este asunto se refirió también Blanco, que es más mitinero de lo
que parece a simple vista. De todos modos, fue especialmente
ovacionado cuando dijo «y voy a acabar porque tenemos que
cenar».
José Blanco pronosticó que Jaume Matas puede terminar como
Zaplana, cuya política urbanística (en la etapa que presidía la
comunidad valenciana) ha sido cuestionada por la Comisión Europea,
que la está investigando.
Blanco señaló que lo mismo ocurriría con la «especulación
urbanística» balear y le acusó de tener un doble discurso, en
Balears o en Madrid. Sin embargo, concluyó, «es un sumiso de la
peña radical del PP» en la que incluyó a Zaplana, Acebes y
Rajoy.
Tanto Blanco como Antich destacaron que el principal valor del
partido es su militancia.
De lo visto ayer noche se deduce que, pese a sus dudas, Antich
tiene ahora más garra que Francina Armengol para encabezar la lista
de 2007.
Antich ocupaba su silla, como los demás, cuando Blanco señaló
que el candidato estaba sentado.
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