Una sentencia del Tribunal Constitucional, que el Tribunal de
Justicia considera «aplicable» a la Ley de Acompañamiento de
Presupuestos de 1997, evidencia que la transferencia de educación
no se negoció bien por parte del Govern balear. Es más, sitúa al
Ejecutivo autonómico en la situación de hacer frente al pago de una
importante suma de dinero a 11.200 funcionarios de la
Conselleria.
Al recibir las competencias el Parlament de las Illes Balears
aprobó, en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, una
disposición mediante la cual la homologación de los salarios de los
funcionarios transferidos se llevaría a cabo a un ritmo de un 25%
anual durante cuatro años. Para defender su postura el Govern
aludió a «limitaciones presupuetarias».
El Tribunal Constitucional ha aclarado que es inconstitucional
la diferenciación salarial de los funcionarios por su origen y ha
añadido que «los relevantes efectos orgánicos y presupuestarios
provocados por el traspaso de personal tendrían que ser tomados en
consideración por la Administración autonómica cuando negocia en el
marco de la comisión mixta de transferencias».
Esta sentencia que el Superior considera aplicable al caso
mencionado va referida a otra ley del Parlament balear sobre
traslado de funcionarios y se hizo pública el verano de 2004.
Ahora, el Tribunal Superior que tramita un recurso de CCOO ha
planteado una cuestión de constitucionalidad sobre educación,
admitida a trámite por el TC.
Las fuentes consultadas han indicado que el Parlament,
atendiendo a los antecedentes, ha renunciado a personarse frente al
Constitucional para defender su ley. Se prevé que el Govern se verá
obligado a volver el 75% de lo que faltaba para la homologación a
todos los funcionarios, 11.200, que fueron transferidos.
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