La remodelación de la Platja de Palma abarca desde Can Pastilla hasta s'Arenal-Llucmajor y tiene como objetivo reconvertirla urbanísticamente.

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Los Ayuntamientos de Palma y de Llucmajor han entregado al consorcio de la Platja de Palma sus propuestas de actuaciones urbanísticas, de equipamientos, medioambientales e infraestructuras viales en el plan de reconversión integral de la Platja de Palma, con el fin de que sean remitidas a la Secretaría General de Turismo, que tomará las decisiones oportunas en materia presupuestaria, siempre y cuando se constituya un consorcio urbanístico. Expertos urbanísticos y arquitectos de las Islas que están colaborando en el concurso de ideas, que saldrá a concurso de forma oficial una vez se estructure el futuro del actual consorcio y ambos ayuntamientos acuerden aceptar la propuesta de Madrid de crear un consorcio urbanístico, cifran en un informe entre 600 y 1.000 millones de euros la inversión necesaria para poder acometer la renovación y rehabilitación integral de la Platja de Palma.

Este presupuesto inicial viene condicionado por los proyectos que se aprueben finalmente, pero es una aproximación que han realizado los técnicos para poder disponer de un instrumento de análisis básico. Respecto a la financiación global, arquitectos y expertos en urbanismo coinciden en señalar que este coste no lo pueden asumir las administraciones, por lo que es necesario y vital la participación del sector privado. El secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, pidió el el pasado 1 de noviembre a los ayuntamientos que presentaran sus proyectos en un mes. En este sentido, el de Palma exige un PERI en Can Pastilla y S'Arenal, el esponjamiento de edificios obsoletos para espacios libres, la urbanización de zonas limítrofes para intercambio de plazas turísticas, construcción de equipamientos y realojamiento de residencias. Y el de Llumajor, por su parte, centra su petición en la compra de suelo para realizar operaciones de intercambio y compra de solares.